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Iván Mayo: el club más glorioso de Villa Alemana

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Iván "Chincolito" Mayo, un excelente futbolista quillotano que llegó a ser capitán del Vélez Sarsfield de Argentina, jamás imaginó que en 1938, un grupo de adolescentes villalemaninos se atrevería a usar su nombre para bautizar a un equipo amateur que hasta el día de hoy permanece vigente.

Sin embargo, este equipo blanco y azul que llenó de alegría varias tardes del estadio Italo Composto, tuvo un momento estelar en la década de los ochenta, cuando las casualidades del fútbol lo elevaron a Segunda.

Cristian Luna, comunicador audiovisual y ex "ivanmayino" categoría infantil, recuerda la campaña que se hizo para entonces. "Cuando chico jugué como arquero en el Iván Mayo, en 4º y 3º infantil, y me acuerdo que desde el '83 en adelante iba con mi abuelo a ver los partidos. Era cuático porque si bien el estadio (Italo Composto) es chico, se llenaba en su totalidad. Ese mismo año, dos años después que se creara la incipiente Tercera División, el Iván Mayo hizo una buena campaña cuando estaba en Tercera, pero sale segundo o tercero en la liguilla final, así que no sube", relata el villalemanino.

La noticia

Iván Mayo participa en el campeonato de Tercera porque cumplía con todos los requisitos para hacerlo, tanto así, que hasta el alcalde de entonces, Alejandro Peralta, los apoya prestando el estadio Composto. Económicamente el club no tenía grandes recursos, pero su presidente Daniel Andrade le tenía fe y cuando muchos creyeron que el equipo villalemanino pasaría sin pena ni gloria, se destacó de tal manera, que en 1984 llegó a la Segunda División del fútbol nacional.

En este sentido, Luna señala que la Asociación Central de Fútbol (ACF) hizo una movida extraña. "La ACF subió los cupos de Primera División y de Segunda, así que había que llenarlos con equipos. Fue así como el Iván Mayo subió por secretaría a la Segunda División del Fútbol Profesional", indica.

Esta situación que puede resultar vergonzosa para cualquier amante del fútbol, no complica para nada a los vecinos. Es más, el comunicador audiovisual bromea diciendo que al tratarse de un club de "una ciudad freak como Villa Alemana, tenía que subir de manera rara".

Ahora bien, como la noticia del ascenso a Segunda fue muy encima, Iván Mayo apenas pudo prepararse. "A la dirigencia le dieron la noticia como un mes antes que el campeonato comenzara así que no lograron reforzarse y bajaron ese mismo año a Tercera, jaja. Pero como dos años después, nuevamente hacen buena campaña en el año y llegan a la final del campeonato y definieron contra General Velásquez (club de San Vicente de Tagua Tagua, región de O'Higgins)", declaró Luna.

Este partido fue muy emocionante. "En la definición del campeonato para subir de nuevo a Segunda, el estadio estaba lleno pero como en este partido contra General Velásquez pusieron un árbitro de Primera División, quedó la grande. El arbitraje fue como las pelotas y el Iván Mayo perdió 2-0. Su barra estaba justo al lado del camarín del árbitro y éste tuvo que salir arrancando porque se pusieron bravos. Sólo faltaba la música de Benny Hill de fondo. Cuento corto, al final subió General Velásquez", narra el villalemanino.

de nuevo en segunda

Iván Mayo se quedó en Tercera, pero una nueva esperanza surge en 1987, cuando en Segunda División faltaba un equipo para completar los 24 competidores. "En 1987, Iván Mayo de nuevo está en Segunda por secretaría. Después del partido robado ante General Velásquez, algo pasa entre la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) y la ACF, que Iván Mayo vuelve a subir de esta forma", apunta Luna.

Otra vez la invitación llega tarde y el cuadro villalemanino no se alcanza a preparar como corresponde y la mayoría de los jugadores ya están contratados por otras instituciones. La campaña según indican otros seguidores del equipo, partió súper débil, pero con el tiempo se fue afirmando. Eso sí, el momento de mayor júbilo fue cuando a Iván Mayo le tocó enfrentarse con Santiago Wanderers.

"Ese día fue tremendo. Nunca vi el Composto con tanta gente como con el partido que Iván Mayo tuvo contra Santiago Wanderers. El estadio estaba lleno por las galerías, hasta el sector tras los arcos. Fue muy emocionante, onda Año Nuevo en Valpo porque hasta la cantera y el cerro de la cantera chica o los dioses estaba lleno", asegura el villalemanino.

En total eran más de 15 mil personas y Carabineros, Defensa Civil y Bomberos se organizaron con hasta una semana de anticipación para evitar que la gente provocara desmanes y se "colara gratis" al estadio. "Eran miles y como en esos años la cantera no se había comido todo el cerro, yo calculo que éramos más de 15 mil giles viendo el partido en el estadio y alrededores, jaja. Al final los equipos empataron a uno", declara Luna.

En este punto de la historia ivanmayina, el ex arquero recuerda que la ciudad tenía de alcalde a Claudio Morales Greene, conocido por ser abogado del caso de los sicópatas de Viña.

"Esto es para película, por eso siempre digo que Villa Alemana es como Twin Peaks. A los sicópatas nunca los mataron y al abogado le dieron un cargo político por la paleteada. El mito cuenta que Mónica Madariaga se encontró con Jorge Sagredo en Miami y que por eso renuncia al ministerio de Justicia. Y, considerando que Topp Collins no era culpable y el supuesto culpable era Luis Gubler - quien después fue descartado- con Sagredo... bueno, todo es parte del mejor caso policial de la historia", comentó el villalemanino.

Alcalde poco querido

En el sitio de la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, un documento decreta "a contar del 30 de julio de 1986, alcalde de la municipalidad de Villa Alemana, grado 4°, a don Claudio Morales Greene" y agrega: "La persona designada, deberá asumir sus funciones en la fecha señalada, por razones impostergables de buen servicio".

Por todo lo anterior, Luna señala que no era una persona muy apreciada en la comuna. "Cuando Morales iba al estadio, la pifeadera era tremenda. Nadie lo toleraba por ser el abogado de los sicópatas", declaró.

Como sea, ese domingo 27 de septiembre de 1987 fue la última vez que Iván Mayo tuvo participación en el fútbol profesional. Y si bien la expectación era grande, ya que el club tenía la esperanza de iniciar una gran temporada, poco a poco el ánimo fue decayendo hasta descender nuevamente a Tercera.

De la sede también sólo hay recuerdos porque la que estaba ubicada en calle Maturana fue derrumbada. "Ahora la sede está en calle Díaz, no es tan grande como la anterior, que era cotota (ver foto) y que para el '85 quedó para la embarrada con el terremoto. En esos años, un amigo de mi viejo era el tesorero del club que era conocido por ser la casa de los Toso (reconocidos por su ferretería que actualmente tampoco existe)", detalló Luna.

No obstante, lo mejor que tiene Iván Mayo, es la hinchada de la cual se desprenden varias anécdotas entretenidas. "Sobre los hinchas había uno muy particular: el Mario. Había varios, pero el Mario es el más recordado porque era gangoso y con su labio leporino era el que más gritaba '¡Iván, Iván!'. Se oía muy chistoso, pero no por afán de burla, sino porque era muy hincha para sus cosas", recuerda Luna.

El hincha Mario

Su momento de fama fue cuando se las dio de camillero. "Todo iba bien hasta que en un partido que se definía quien bajaba a Tercera, el Iván Mayo tenía que hacer 7 goles para no perder la categoría, cosa imposible por lo mal que jugaban. Pero al término del primer tiempo iban ganando 3 a 1 y demás que se podía. Entonces, al comenzar el segundo tiempo, un jugador de Santa Cruz se hizo el lesionado y llaman a la camilla. Ahí va el Mario con el otro camillero y se lo llevan fuera de la cancha. El problema es que en el camino el jugador les dice que está bien y que lo bajen y el Mario se enoja y le dice no sé qué cosa y suelta la camilla", explica el ex jugador.

Pero la maniobra casi deja insconciente al jugador de Santa Cruz. "Al soltar la camilla, el jugador se pega con el borde del banquillo de suplentes y lo tuvieron que llevar al hospital con tec, jaja. Hasta ahí no más llegó la aventura de Mario como camillero. Pero no se desanimó porque volvió a gritar gangoso Iván, Iván", apuntó tentado de la risa.

Hoy Iván Mayo compite en la asociación amateur Unión Peñablanca, afiliada a Anfa junto a los clubes Arturo Prat, Hernán Trizano, Sargento Aldea,A. Baquedano, Juan C. Bertone, Palermo, Villarrica. A. Wilson y Peñablanca. J