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Casas a punto de hundirse por vertientes en Villa Dulce

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Don Luis Herrera pronto cumplirá 85 años. Dice que toda su vida ha vivido en el sector de la Villa Dulce Crav, una antigua población viñamarina ubicada a un costado del Troncal Urbano. Asegura que desde que llegó a vivir al sector, específicamente al pasaje Changos, han convivido con vertientes naturales, las que, una vez urbanizada la población se han mantenido 'controladas'.

Sin embargo, hace casi 4 meses, una pequeña vertiente que surgía tímida en la vivienda de su vecina, Aurora Alvarado, aumentó considerablemente su caudal, debiendo cada familia canalizar las aguas que corren permanentemente por los patios de sus casas.

Preocupada por el aumento del flujo de agua con el que siempre ha convivido, Aurora Alvarado comenzó a pedir ayuda sin recibir soluciones concretas.

Según cuenta, desde que se casó por allá por el año 1965 que vive en la misma casa y siempre junto a su esposo - actualmente fallecido - debieron convivir con una tímida pero permanente vertiente.

'Esa vertiente siempre estuvo controlada además que era muy poca el agua. Mi esposo hizo una canalización y nunca nos generó mayor problema. El agua que corría era tan poca que ni si quiera en un día se llenaba una tinaja. Hoy debo vaciar varias veces el receptáculo y ha comenzado a brotar más agua que debo barrer continuamente. Me da miedo que se me caiga la casa, que se socaven los cimientos y nos hundamos', precisó preocupada.

Para don Luis el problema si bien era conocido, es nuevo para él y su esposa, puesto que nunca les había afectado directamente en su propiedad.

'Cuando comenzó a salir el agua pensamos que podía tratarse de una filtración de una cañería de Esval. Vinieron de la empresa, hicieron perforaciones en distintos puntos en busca de la posible filtración y nada. Descartaron que fuera un problema de cañería y nos dijeron que eran aguas de vertiente. El problema es que nadie nos plantea una solución y el agua no deja de brotar', explicó el vecino.

Lo que angustia a ambas familias de adultos mayores es que la continua humedad que ya se evidencia en ambas propiedades, termine por socavar los terrenos donde se encuentran emplazadas y terminen hundiéndose con casa y todo.

'No podemos hacer más, yo he canalizado como he podido, tenemos que pasar por un puente para entrar a la casa. Mi señora ya tiene 85 años, imagínese lo que significa estar transitando por un par de tablones y convivir con esta permanente humedad', agregó Luis quien manifestó su preocupación porque las aguas ya han comenzado a brotar por debajo de la propiedad en que habitan.

El constante fluir de agua por el pasaje Changos es evidente. Basta llegar al sector para advertir el problema y confirmar que el agua lleva fluyendo varios meses: humedad en el sector y el surgimiento de musgo en el pavimento demuestran que el agua lleva tiempo humedeciendo la calzada.

Las casas más afectadas con las aguas supuestamente naturales que surgirían desde la quebrada son las que se encuentran situadas en la parte superior del pasaje, precisamente donde habitan los adultos mayores.

Los ancianos hicieron un llamado a que alguna autoridad pueda intervenir por ellos y se busque una solución antes que ocurra una tragedia. J