Los trabajadores del Casino de Viña del Mar protagonizaron ayer una pacífica protesta en el frontis del antiguo edificio que en 1930 naciera con el único propósito de reunir allí la actividad recreativa basada en juegos, máquinas tragamonedas, azar y fortuna.
Porque aunque recién la próxima semana será cuando ingrese la nueva ley 19.995 al parlamento, los trabajadores expresaron sus temores con los cambios que representará la entrada en vigencia de la norma que regula a los casinos de juegos en el país, planteando que uno de los acápites plantea la construcción de nuevos edificios destinados para casinos.
"La ley exige que el nuevo operador que tome la concesión tiene que construir un nuevo edificio donde vaya a funcionar el casino y eso significa que este casino se destruye, prácticamente pasa a ser un elefante blanco. Nosotros estamos defendiendo los intereses arquitectónicos y turísticos de la ciudad", explicó Ricardo Naranjo Tapia, secretario del sindicato de administración y vocero de la Federación de Casino de juegos de Viña del Mar.
El dirigente recordó que el edificio que alberga en la actualidad al casino, nació precisamente para estos fines por allá por los años '30 y que la nueva ley no contempla la mantención del actual edificio.
"Viña del Mar fue el pionero en casinos en Chile, fue el creador de este negocio. Este es un negocio nacional que ha servido de inspiración para todas las otras regiones. La ley dice que el operador que tome la concesión en Viña del Mar tiene que construir un lugar para hacer un casino y por lo tanto esta instalación no va a servir para ello porque no está considerado dentro de la ley", añadió el dirigente.
Ricardo Naranjo recordó que son mil 500 los trabajadores que se encuentran en riesgo de perder su fuente de trabajo, puesto que la nueva normativa tampoco obligaría al futuro concesionario, la contratación de los actuales trabajadores de los casinos.
APOYO
El diputado del PPD, Rodrigo González, apoyó la manifestación de los trabajadores precisando que algo que los une es precisamente la defensa de la permanencia del Casino en Viña del Mar y la defensa no sólo de un tema financiero para la ciudad sino también de un valor patrimonial de lo que ha sido la historia de Viña del Mar. J