Todo parecía ir mal para el equipo de Carlos Medina cuando, en los 68 minutos de juego de un encendido duelo regional en Quillota, el juez Francisco Gilabert sancionó dentro del área ruletera un supuesto agarrón de Gino Alucema a Cristián Campozano. Se desesperó la banca ruletera, todos reclamaron y el DT se fue expulsado.

Camino a camarines, el entrenador viñamarino sólo pudo advertir que la ejecución de Rafael Viotti fue certera y que su equipo con ese gol de penal quedaba en desventaja a 20 minutos del epílogo. Pero un cambio que pudo parecer desesperado, al final le dio grandes réditos a los viñamarinos ya que el ingreso de Diego Ruiz fue valioso.

El tanque de Everton logró cazar un balón que no despejó la defensa quillotana y en los 74 minutos, dos después de haber entrado, le dio el primer golpe a San Luis, cuadro que se desesperó y se fue ciegamente a buscar el segundo gol.

REMONTADA

Everton, con el golpe anímico y el mayor ordenamiento que le dio el tanto del empate, tuvo espacios para salir a buscar las espaldas de los defensas y los volantes canarios. Pero en definitiva fue otro centro al área del local el que le dio resultados a los oro y cielo.

Esta vez, a nueve minutos del epílogo, se produjo la redención de Ezequiel Miralles, que había andado a los empujones con los defensores sanluisinos en el resto del partido. Pero al campeón del 2008 le quedó una pelota frente al arco local y resolvió el duelo justo con la hinchada evertoniana detrás en la galería Arauco del Lucio Fariña.

Fue el gol que por fin le permitió a Everton derrotar a San Luis tras sufrir dos derrotas en la primera rueda. San Luis se desesperó aún más al final y prueba de ello fue la expulsión de Cris Martínez por un golpe a Douglas Estay cuando ya se jugaba tiempo agregado.

Con esta victoria los evertonianos se ilusionan. Tumbaron al puntero y evitaron que no se escapara más en el primer lugar. Lo miran desde 12 escalones más atrás.