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Desclasifican documento de ovni en Valparaíso

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l El avistamiento de ovnis y platillos voladores siempre causa una serie de discusiones que buscan determinar el origen de esos objetos voladores no identificados. Varios de los avistamientos que muestran ovnis en los cielos no logran ser explicadas por los expertos y se mantienen como un misterio que nadie logra revelar. El gobierno de Estados Unidos liberó hace pocos días documentación clasificada sobre avistamientos de ovnis entre los años 1947 y 1969, el registro, llamdo Project Blue Book (Proyecto Libro Azul) incluye más de 10.000 casos, de los cuales 701 figuran como no identificados, es decir no se les pudo encontrar una explicación racional. Al archivo se puede acceder gratuitamente via internet en la página projectbluebook.theblackvault.com donde se ofrece una barra de búsqueda por año y palabra clave, en la que se podrá acceder a escaneos de los documentos oficiales. En el registro aparecen casos ocurridos en Valparaíso, específicamente en marzo de 1950, donde los porteños señalaron haber visto un platillo volador, de color plateado y a gran altura. En el informe se lee que tras analizar el caso se llegó a la conclusión de que era el planeta Venus, que en esa fecha era visible desde la ciudad puerto. Marcelo Moya, reconocido ufólogo de la región destaca la importancia de la liberación de estos registros y hace el llamado a valorar la publicación de 701 resultados como "no identificados". J

Los che le hacen chupete a la reineta frita y a las machas a la parmesana

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Chile es un país que goza de una extensa costa, cerca de 4.300 kilómetros. Hay playas y caletas para regodearse. Los productos del mar deberían ser centrales en nuestra dieta semanal pero curiosamente no lo son. Los índices de consumo de pescados y mariscos son bastante menores que los de carne.

Los chilenos no valoramos tanto nuestra gastronomía marina como los extranjeros. Ellos aprovechan la oportunidad para gozar de las delicias de nuestro mar.

Claudio Harris, encargado del restaurant Doña Tatito en la caleta Portales, filosofa: "Como vivimos en una ciudad de verano no aprovechamos tanto. Si nos fuéramos a otro balneario iríamos a la playa y comeríamos del mar, pero aquí no". Harris sostiene que es en enero cuando más argentinos se ven en la ciudad, después disminuyen y llegan los chilenos.

Así, los productos del mar con más demanda por los trasandinos son las fantasías de mariscos, es decir aquellas preparaciones que incluyen surtidos, como los mariscales o los jardínes de mariscos, pero destaca por sobre todo las machas a la parmensanas. En lo que respecta a los pescados, sin duda es la reineta frita con ensalada es la indiscutible en la caleta Portales, en segundo lugar corre la merluza.

Andrés vino con su pareja desde Rosario. Están en Viña del Mar por primera vez y tienen sólo buenas palabras para referirse a su experiencia. Tras cinco días de estadía afirma que no quieren irse. Les encanta la ciudad y el trato de la gente, también dice estar sorprendido de la gran cantidad de argentinos en la zona. "Nos sentimos como en casa", menciona entre risas.

Andrés ya había estado en Chile. Años atrás fue de vacaciones al sur; allá conoció los paisajes y quedó maravillado con el curanto. Encantado con la gastronomía chilena decidió aprovechar su estadía en la Quinta Región para degustar los platos que ofrece nuestro mar. A la fecha ya comió salmón, reineta y merluza, también se dio el tiempo para probar el ceviche chileno y disfrutó de sus favoritos: los camarones. No tiene más que alabanzas para todos estos platos a los que calificó como " muy ricos".

Cuestión de precio

Desde la cercana Mendoza vino Ana con su familia. Visitaron nuestro país por primera vez hace cinco años, en esa oportunidad se encantaron con la ciudad y ahora vienen cada verano.

Para ella y su madre la caleta es una parada obligada cuando vienen a veranear a Chile. Allí pueden disfrutar de los ceviches, surtidos de mariscos y de las machas a la parmesana que se ofrecen. "Todo es exquisito, muy rico" comenta, y señala también que en su natal Argentina no puede consumir estos productos por lo elevado de sus precios pues "son inalcanzable para alguien de la clase media", dice. J