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Caffé Latte

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Las calles de Valparaíso siempre sorprenden a quienes buscamos un buen lugar para almorzar. Por fuera se ve como un local más de la amplia y variada oferta que presenta el plan de la ciudad, incluso tiene el mismo pizarrón informado el menú del día. Sin embargo, la diferencia se empieza a notar una vez que se traspasa el umbral de la puerta.

Entrada italiana o consomé, luego reineta tausí con arroz, omelette con ensalada o chapsui de verduras con fideos de soya son las alternativas de segundo. Celestino de postre, bebida y café express.

Optamos por la entrada. Lechuga, tomate y salame. El solo detalle del embutido hace que pase de ser una ensalada más a un producto distinto, lo que se agradece. Buena combinación de sabores y texturas.

La reineta, que a pesar da la dificultad de su buena cocción estaba a punto, sin exceso de calor, con la temperatura justa y con la humedad necesaria para encontrar todo el sabor sin problemas, acompañado de arroz, bien cocinado, graneado, de buena textura y sabor, humedecido de manera perfecta con una "Salsa-salteado" de vegetales y salsa de soya. En realidad, finos cortes de cebollín, pimiento rojo todo sellado en aceite vegetal y apagado en salsa de soya, que entregaba humedad al arroz y pescado, junto con una agradable segunda lectura salina y una crocante textura aportada por el buen punto de cocción de los vegetales.

Las mesas bien distribuidas para el poco espacio que se dispone en el primer piso, con mantel limpio y muy bien montadas. Se nota que hay preocupación por un servicio de calidad, donde cada pormenor importa, incluso la iluminación, ya que no es un lugar oscuro como muchos, sino que tiene una iluminación pareja y cálida.

La atención rápida y buena. Había una sola persona atendiendo, pero perfectamente cumplió con las expectativas de los comensales, sin dejar de ser un servicio personalizado.

Sin duda Caffé Latte es uno de esos lugares donde al salir uno sabe que va a volver.

Diseñador porteño crea cómic de ositos filosóficos

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"Osos Poéticos y Filosóficos: El Libro de Cómic" se denomina el proyecto del Diseñador Gráfico formado en la Universidad de Playa Ancha Claudio Álvarez Rodríguez, con el cual se adjudicó el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura 2015 (Fondart), en la línea Creación-Modalidad Comic y Obra Ilustrada que entrega anualmente el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Los recursos obtenidos por el ilustrador, más conocido como Alvarex, superan los dos millones de pesos, con lo cual pretende transformar en libro la novela gráfica que viene trabajando desde hace más de cinco años. Este premio le permitirá, según sus palabras, tener la posibilidad de terminar su trabajo con mayor tranquilidad, sin interferencias y dedicando el tiempo completo a su realización.

La ilustración trata sobre el diálogo de un oso con otros oso, o solos, divagando sobre la vida y la existencia. No es una tira cómica, es una tira críptica, con textos de literatura, filosofía, no ficción y conversaciones de amigos. Se pueden hallar desde rabiosas diatribas contra la TV, y la sociedad, reflexiones sobre la condición humana, la política y hasta chistes llanos y simples.

Son alrededor de 50 páginas diagramadas que incluirán material ya elaborado (http://filosofosos.blogspot.com/search/label/comic) y dibujos inéditos que se encuentra preparando con su equipo de trabajo, donde Alvarex propone caminos libertinos en la diversidad gráfica de una historieta chilena que se atreve a bucear en aguas poco claras.

Claudio Álvarez, quien es también miembro del Proyecto Anima que dirige el académico UPLA Ariel Pereira, reconoció que este logro es una gran oportunidad y una responsabilidad de terminar en papel/imagen el material con el que cuenta, pero que necesita un trabajo más acabado. "Preferí no lanzar el libro antes porque sacar una publicación por sacarla no tiene sentido; debe ser algo que diga algo, que afecte, que infecte con una(s) idea(s) al público para que lea incluso más de lo que delimito o leo en la obra. La historia de esta obra no está completa hasta ser exhibida/transmitida/leída/procesada por el otro, en este caso el lector", dijo Claudio Álvarez.

"Lo que quiero decir con el libro, lo quiero decir con el libro en sí, pero trata sobre ciertos comportamientos que tenemos tanto para nosotros mismos (al contarnos la historia de lo que nos pasa) como con los demás y las percepciones que tenemos de ellos y la 'realidad'", agregó el dibujante nacional. J