Se cumplió un nuevo aniversario de la muerte de Eduardo Frei Montalva.

Cuando ese día nos reunimos a rezar por él, a agradecer su vida entre nosotros y a celebrar sus grandes servicios a Chile, tuvimos que preguntarnos quiénes, cómo y por qué.

El por qué se responde por su rol de líder de una oposición que acababa de unirse y comenzaba a fraguar un pacto democrático para superar a la dictadura pacíficamente; el cómo se ha ido descubriendo por las investigaciones judiciales y nos arroja escabrosos detalles de escaleras y piezas de hospitales que ligan su muerte a la José Tohá y a la del General Lutz; y los nombres de los autores materiales e intelectuales, de la cadena mando que lo decidió y de los que colaboraron y encubrieron este magnicidio, es un quiénes que aún nos está oculto pese a las tres décadas corridas.

Ante la puerta del secreto que oculta los nombres de los responsables, aparecen otros nombres, nombres dolorosamente cercanos: el de Patricio Rojas Saavedra, el del Coronel Patricio Silva Garín y el de la Pontificia Universidad Católica de Chile; el uno su último Ministro del Interior, el otro su Subsecretario de Salud y la última, su Alma Mater.

Sebastián Llantén Morales

Militante Demócrata Cristiano - Abogado UDP