Asalto a pizzería: "Dijeron que me cortarían los dedos"
Como todos los días, Janina Díaz, gerente de operaciones de uno de los locales gastronómicos más cotizados de Reñaca, estacionó en calle Las Olas, a pocos metros del local donde trabaja hace más de un año en pleno corazón de Reñaca: la pizzería Siroco, ubicada en calle Central Nº85.
Camino al local la joven observó con desconfianza la presencia de dos sujetos jóvenes que se encontraban apoyados sobre la reja de otro local, situado a pocos metros del suyo. Recuerda que los miró varias veces pues su presencia le pareció sospechosa porque no eran acomodadores de autos ni tampoco trabajadores del sector.
Desconfiada pero aún tranquila, avanzó hasta la reja del local, sacó el manojo de llaves para abrir. Como siempre lo hacía, antes de ingresar miró hacia ambos lados y no notó nada extraño. Ingresó a la terraza del local y cuando se disponía a abrir la puerta vidriada de acceso, alguien la tomó por la espalda.
"Me asaltaron. Me estaban esperando. Eran las 9.42. Eran dos sujetos jóvenes de no más de 28 años (...) Cuando estoy buscando las llaves siento que alguien me toma. Pensé que alguien me estaba haciendo una broma. El tipo sólo me miró y me dijo 'abre rápido y saca la alarma'. Una vez adentro me preguntó dónde estaba la plata, le dije que se tranquilizara que le iba a pasar todo", detalló la joven recordando la traumática experiencia.
Janina reconoce que los sujetos no fueron violentos, que no la amenazaron con el arma de fuego que pudo advertir portaban mientras era obligada a abrir las cajas de seguridad del local.
"Le dije que se llevaran todo, que se fueran, que no me amarraran como sugirió el otro tipo. Me quitaron mi I-phone y se fueron", añadió la joven precisando que el asalto no demoró más de 4 minutos y en un momento los sujetos la amenazaron con cortarle los dedos.
"No sé por qué lo hicieron, no tenían necesidad de hacerlo. Un tipo frente a una mujer basta, nada que hacer (...) En un minuto pensé que me iba a desmayar. Cuando subíamos al segundo piso le pedí al sujeto que no me hiciera nada, que tenía un hijo. Me acuerdo que me respondió que estuviera tranquila, que él también tenía mamá y que esto lo hacía por necesidad", relató con la voz entrecortada la ejecutiva.
Los sujetos que quedaron registrados por el sistema de seguridad del local salieron y pudo observarse a un tercero que aparentemente realizaba "labores" de vigilancia mientras se cometía el atraco.
Aunque se ha hablado de un monto de 10 millones de pesos como avalúo de lo sustraído, la gerente de operaciones precisó que los sujetos se llevaron mayoritariamente documentos bancarios pues el grueso de las transacciones en el local son a través de tarjetas. J