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Turistas peregrinan hasta la casa de Antares en Colliguay

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El 26 de abril del año 2013 quedó al descubierto uno de los hechos más sangrientos y escabrosos que la memoria criminal de la Quinta Región registre en sus libros.

Hace un año y nueve meses el país se enteraba cómo los integrantes de la secta liderada por Ramón Castillo Gaete, más conocido como Antares de la Luz, sacrificaba vivo a un recién nacido de dos días en un predio en la tranquila comuna de Colliguay. Según los fanáticos de Antares, el lactante, hijo de una de las integrantes del movimiento, era el anticristo.

Los meses han pasado y los pobladores de Colliguay intentan dar vuelta la página de este lamentable hecho que puso al pueblo en boca de todos.

"Sí, ya ha pasado el tiempo y nosotros tratamos de seguir con nuestras vidas. Es lamentable lo que pasó porque las personas que hicieron eso no eran de acá; eran personas de afuera que se aprovecharon del lugar", relata a La Estrella de Valparaíso Alejandro Olivares, quien junto a su esposa es dueño del negocio Santa Gema en el sector de El Molino de Colliguay.

Pero por más que los vecinos quieran dejar atrás aquella negra experiencia constantemente, sobre todo ahora en época de verano, sale a la luz el vivo recuerdo de la secta de Antares.

Y es que son los propios turistas los que en forma diaria solicitan información con respecto al macabro crimen.

"Al comienzo, cuando recién ocurrió lo de Antares, bajó un poco el turismo acá en la zona, pero con el tiempo ya se ha ido retomando la afluencia de público. Lo extraño es que los turistas a penas llegan preguntan dónde ocurrió lo de Antares", señaló Priscila Montaño.

La joven, que hace cuatro años vive en Colliguay, agregó que "nos piden indicaciones de cómo llegar al lugar y siempre nos están preguntando qué es lo que pasó ahí. Igual es raro, pero no creo que le hagan daño a nadie".

Según los pobladores de Colliguay es una especie de ley que cada visitante que llega al lugar pregunta por la casa donde pasó el suceso Antares.

"Igual hay gente que es un poco morbosa y durante algún tiempo sólo venían para ver dónde había ocurrido lo del sacrificio. Uno trata de explicarles que es un terreno privado y que no van a poder acceder a donde pasó todo, pero igual preguntan y van al lugar", señaló Mario Amador, dueño de un negocio de provisiones en el sector de Colliguay.

guagua que llora

Más allá de que los vecinos desean borrar este sangriento capítulo de la historia de Colliguay, ya no sólo los turistas se encargan de peregrinar sino que también de crear leyendas en torno al asesinato del bebé de dos días.

"Más de alguna vez he escuchado que algunos veraneantes dicen que escuchan una guagua llorar durante las noches. No es algo que se escuche muy seguido, pero a mí me lo han dicho en un par de oportunidades", dijo Rodrigo Bahamondes, quien es de Quilpué y viaja seguido a Colliguay sobre todo en época de verano.

Sin embargo es el mismo Rodrigo quien señala que "hay gente que inventa muchas cosas. La verdad es que yo no creo que por las noche se escuche una guagua llorar, por lo menos yo nunca lo he escuchado".

vigilados

Los vecinos de Colliguay reconocen que la imagen de Antares de la Luz los perjudicó en forma notoria.

"Yo creo que se han visto menos turistas desde que ocurrió lo de Antares. Nadie del pueblo tuvo nada que ver, pero la verdad es que quedamos estigmatizados", detalló Alejandro Olivares, quien agregó que "ahora igual como comunidad estamos más pendientes de lo que ocurre en el sector. Por ejemplo si vemos a alguien extraño durante el invierno o una época que no sea verano nos avisamos entre nosotros de que anda alguien raro por el sector".

También los vecinos se alertan cuando ven un auto raro o alguien caminando sólo por el tranquilo pueblo de Colliguay, al cual sólo se puede acceder en vehículo particular y en la única micro que baja y sube una vez al día al pueblo.

Los habitantes de este sector de Quilpué también culpan a la sequía por lo que ellos califican un mal verano en cuanto a turistas, sin embargo, el sentimiento general es que Antares de la Luz los marcó a fuego de aquí a muchos años más. J