Añora la justicia antigua
Si uno se remonta a una o dos décadas, queda claro que la delincuencia no era tan violenta como es hoy, queda claro además que el inicio delictual no se producía entre los 10 ó 12 años como ocurre hoy y que para destacar entre sus pares no temen a su propia muerte y menos a las consecuencias.
Asimismo y hasta antes de la Reforma Procesal Penal, detectives y carabineros tenían facultades y su trabajo era directamente con jueces del crimen y los resultados mucho mejores que hoy. Destaco a esos jueces que se llevaban el trabajo a su propia casa y confiaban en las investigaciones que disponían, era un trabajo directo y resolutivo, hoy prima la carencia de facultades y dificultades para investigar, además el costo de la nueva justicia es significativamente alto y el resultado absolutamente bajo.
Los ideólogos de la reforma, pareciera ser no conocían la calle y confiaban demasiado en los imputados y por ello se olvidaron de las víctimas y producto de ello los que delinquen tienen de inmediato apoyo y los que fueron victimizados quedan abandonados a su propia suerte.
La inseguridad es real, no es una percepción, la gente quiere un cambio, pero un cambio real, mejores leyes anti delincuencia y que a la policía le otorguen facultades, ya que no es posible que ellos tengan las manos atadas y los delincuentes las manos totalmente desatadas.
Alberto Contreras Silva