El amor no tiene fronteras ni barreras, y en la penitenciaría de Valparaíso están al tanto. Ayer, en el patio n°6 de la cárcel, los reclusos celebraron junto a sus parejas por adelantado el día de San Valentín. Se trató de una actividad organizada por el complejo penitenciario que premió a seis parejas con un desayuno y una posterior visita conyugal de tres horas de duración. Los reos seleccionados para la visita debían haber mostrado buena conducta y tener una relación estable con otra reclusa de la misma prisión.

Eran las 11.00 horas y el sol pegaba fuerte. En una orilla habían seis mujeres que miraban la hora en sus celulares impacientes; todas estaban bien vestidas, arregladas, perfumadas y maquilladas, ansiosas por encontrarse con sus amados. Al interior del patio había una pequeña escenografía armada, cartulinas negras y letras rojas en las que se leía "Feliz día del Amor".

Había varios corazones recortados y seis mesas de colegio con dos sillas a los lados. Sentados en algunas de esas sillas estaban ellos, los hombres; miraban inquietos y nerviosos por las ventanas buscando por sus enamoradas.

Cuando se abrieron las puertas entraron las mujeres, quienes le brindaron un apretado abrazo a sus parejas seguido de un tierno beso en los labios. A medida que se iban acercando a las mesas por la radio sonaban los versos de Chayanne : "Atado a tu amor". De esta manera se preparó el ambiente romántico para que las parejas celebraran su amor.

El desayuno enérgetico constaba de dos sándwichs de queso, dos yogures, dos cajas de jugo y dos cajas de leche; adornados con un globo en forma de corazón.

Los enamorados se mostraban emocionados al encontrase con su media naranja, algunos probaban el desayuno y otros encendían un cigarrillo, varios conversaban tomados de la mano y otros se abrazaban y besaban reiteradamente.

La ocasión incluía una presentación artística, a cargo de un recluso que se ofreció para interpretar un par de canciones. La primera canción fue "Qué lloro" de Sin Bandera y a continuación cantó "Me gusta todo de ti" del conjunto Noche de Brujas.

A las 12.30 horas se abrieron las habitaciones para que las parejas pudieran intimar. De las tres horas disponibles no sobró ningún segundo. La falta de espacios de intimidad se hizo evidente pues todas las parejas hicieron uso de la habitación conyugal, "Tras las rejas le he sido fiel a mi señora, asi que ni te cuento como me he preparado", bromeó Marcelo, uno de los ganosos beneficiados.

historias de amor

Las parejas tenían historias de amor dignas de una película, una de éstas es la de Luis y Ana, quienes llevan más de 40 años de relación, la que comenzó cuando ambos asistían a la misma escuela, de ahí nunca se separaron y curiosamente ambos terminaron tras las rejas. "Somos inseparables" dijo Luis, entre risas, y Ana agregó: "Estaremos juntos en las buenas y en las malas".

Marcelo y Angélica llevan 25 años juntos y ambos concuerdan en que vivir su amor tras las rejas es difícil. Él fue el primero en caer preso, pero dice que confió en que dios cuidaría de su amada; años después ella también quedaría privada de libertad.

Marcelo hizo hincapié en lo agradecido que se siente de ser seleccionado para esta actividad. "Yo como cristiano agradezco primero a Dios y después a las autoridades que nos han tratado muy bien", dijo.

Ambos están cerca de salir en libertad, Angélica le queda sólo un par de semanas para cumplir su condena y a Marcelo le resta un año. Ambos confían en que se encontrarán afuera y podran vivir su amor en libertad en compañía de sus hijos y nietos.

El Mayor Danilo Millón declaró que desde la jefatura del complejo quisieron demostrarle a la población penal que son valorados.

La orientadora del recinto, Solange Videla, aseguró que los encuentros íntimos ayudan a reducir tensones y estrés, lo que se traduce en una baja de los niveles de agresividad de estos individuos que están privados de libertad pero no del amor. J