A mi parecer, puedo estar equivocado lógicamente, el exceso de ansiedad está perjudicando a los delanteros de Santiago Wanderers de concretar en goles en el arco adversario parte de las oportunidades que se crean.

Digo parte, porque no hay jugador que sea capaz de introducir en el pórtico rival todas las situaciones favorables.

Y lamentablemente, la ansiedad que baja desde las graderías con insultos y descalificaciones en contra de los "culpables", según los hinchas, se hace sentir en los afectados, quienes con el correr de los minutos van sintiendo los ataques de los que debieran apoyarlos y hacen lo contrario. Esto repercute en el estado de ánimo de los futbolistas,

Es un hecho real, concreto, fácilmente comprobable, y muy difícil de afrontar y superar. Eso es lo que está viviendo prácticamente desde que llegó al club porteño Gastón Cellerino y que está comenzando a captar a su segunda víctima, el paraguayo Carlos González.

Tan cierto es que la ansiedad no es buena consejera, que en el partido con Huachipato ambos se confundieron, se molestaron en ocasiones y fallaron situaciones que parecían fáciles de terminarlas con éxito.

No estoy con aquellos que descalifican y consideran "malos jugadores" a los mencionados futbolistas, por lo que está ocurriendo con ellos. Roberto Gutiérrez le debe gran parte de su goleador paso por Wanderers a la labor de limpieza que le hizo Cellerino, abriendo espacios, correteando rivales y sufriendo duras cargas para favorecer a su compañero. Los papeles se habían invertido al inicio de este torneo, con Ronnie Fernández cumpliendo ese rol en beneficio del argentino-italiano que estaba respondiendo con goles. Pero la necesidad obliga a Astorga a buscar variantes, con lo poco que dispone.

En cuanto a González, que llegó a última hora a incorporarse de refuerzo, no se le puede exigir de entrada que responda con el poderío ofensivo que lo hacía en Magallanes. Por falta de conocimiento con sus compañeros, por juventud y porque la camiseta verde pesa más que la albiceleste, más aún en Primera A.

Desde mi punto de vista se trata de dos buenos delanteros, que más que el rechazo de la inquieta hinchada necesitan del apoyo de los seguidores caturros. Con ello los liberará de la ansiedad que hoy no hace más que disminuir su rendimiento y además se sacudirán de la propia, que más que ayudar está perjudicando a su equipo.

Ante la ola de mensajes y llamados, referidos a la salida de Carlos Muñoz del Al Ahli de Emiratos Árabes, el propio jugador se refirió al tema en su cuenta de Twitter.

"Gracias a la gente por su cariño y preocupación me hacen sentir muy bien y con gusto iría donde ustedes me propongan, así que vamos para adelante con fe. Sólo aclarar una cosa, he leído que no tengo club, es así, no tengo ahora para jugar quizás por dos meses; pero me quedan tres años y medio de contrato y en ese sentido estoy protegido. Carlitos Muñoz hay para rato", se despidió el delantero.

Lo que ocurrió es que el Al-Ahli, atraviesa un complicado momento deportivo y el DT Cosmin Olaroiu trajo al defensor coreano Kwon Kyung-won, por quien excluyeron al formado en Santiago Wanderers, ya que se necesitaba liberar un cupo de extranjero. J