l El transformista conocido como "La Botota" se está convirtiendo en uno de los personajes más populares de la galería de la Quinta Vergara. Ayer el público junto algunas monedas y le regaló un completo que se engulló entres mascadas. "Mepuedo comer todas las salchichas que quieran", gritó a la masa, mientras su compañera ,"La mujer Barbie", la miraba con cara de asombro y extrañeza.
l Ricardo Arjona es seguido fielmente por las mujeres, pero ayer en la galería se pudo observar a un par de hombres que coreban sus canciones a todo pulmón. El viñamarino Ignacio Herrera (en la foto) es fanático "desde los 10 años" del romántico guatemalteco y aseguró "estar emocionadísmo con el show. Por su parte Paolo Díaz, con su cintillo en la cabeza, aseguró que "me hice fanático por mi polola".
l Desde Buenos Aires y Rosario llegaron cinco mujeres integrantes del Club de Fans Oficial de Arjona de Argentina. Sabrina Codoni explicó que es la primera vez que lo salen a ver fuera de la Argentina, "y ha sido una experiencia maravillosa. Estábamos muy ansiosas antes de entrar, pero cuando lo vimos en el escenario se nos pasó todo y ahora somos felices".
Puede decir en una estrofa "popurrí de Kamasutra" o "que hace un pigmeo en un iglú". Incluso lanzar "Marco sería el Rambo mexicano" (en referencia al subcomandante). Frases que así sueltas dan risa, pero que como parte de una canción funcionan y sacan suspiros entre sus fanáticas.
Anoche Ricardo Arjona tuvo a la Quinta Vergara a sus pies. Los hombres y mujeres presentes se rindieron ante el guatemalteco -que afortunadamente para quienes lo han escuchado cada vez que ha venido al Festival- llegó en una clave más rockera. Así al menos fue al principio donde el sonido del violín se mezcló con el saxo y una guitarra casi furiosa.
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