Club Caupolicán cumplió 117 años de historias
Mientras Alejandro Ceballos comentaba sobre los orígenes del club su amigo Francisco Navarro también quiso meter la cuchara en el tema, en donde destacó lo siguiente: el club social deportivo Caupolicán es una de las instituciones más antiguas de fútbol amateur que existen en nuestro país,y es que por registros, el club celebró el pasado 25 de febrero, 117 años de vida. Fue fundado oficialmente en 1898.
Sin embargo cuenta la historia que todo comenzó en el año 1817 cuando llegaron los ingleses a Chile. La leyenda dice que una pichanga jugada en la plaza Echaurren, a pata pelá entre los pescadores de Caleta El Membrillo con los rubios y altos europeos, coronó finalmente como ganadores a los pescadores. Y si esto no fuese poco, después de jugar apasionadamente a la pelota, se llevaron una copa a la casa. Este hito marcó un antes y un después en la historia del fútbol amateur en Chile, ya que este partido llevó a que unos años después se creara formalmente este reconocido club afiliado a la Asociación Alejo Barrios de Playa Ancha.
Pero queríamos saber de la propia boca de los socios esta historia y así confirmar el hecho ocurrido hace tantos años atrás, fue así como Alejandro Ceballos, actual socio honorario del club, ex presidente de asociación y uno de los más antiguos gestores del club, nos comentó sobre ésta.
"Desde que yo tengo conocimiento y por lo que nos heredaron nuestros viejos y además dejaron este estandarte como club deportivo Caupolicán, esa copa que esta ahí ,el club la ganaron en el año 1817, pero en ese tiempo aún no existía el club, no sé donde está el pajarito que tenía antes esta copa, pero los pescadores la ganaron a patita pelá y con mucho esfuerzo y de ahí para adelante esto se ha ido traspasando de generación en generación", declaró.
Mientras Ceballos comentaba sobre los orígenes del club, su amigo Francisco Navarro , también conocido como "Cabeza de piedra" quiso acotar lo siguiente: "Yo tengo conocimiento que ese partido de fútbol que se jugó en el año 1817, fue antes de que estos mismos ingleses jugaran con los de Wanderers".
Mientras estos socios y yuntas nos comentaban la historia, Carlos Fernández también quiso aportar un poco de sus conocimiemientos, agregando que "la copa que usted ve ahí, es nuestra reliquia más grande, es lo que certifica que somos el club amateur más antiguo del país, además como dato , a copa está fundida en bronce", destacó.
LA LUCHA
A pesar de tener incontables trofeos e inumerables reconocimientos, los socios comentan que esta es una lucha constante, ya que ellos mantienen el club sin donaciones y patrocinadores.
"Lamentablemente el sistema económico es dificil, entonces el Sindicato de Pescadores y todos lo socios , mantenemos la institución vigente.Después de todo ha dado buenos resultados", agregó
Alejandro Ceballos.
Los socios saben que requiere de mucho esfuerzo mantenerse solos, pero sin duda están felices con los logros obtenidos a través de los años. Comentaron además que tienen un encargado para vender rifas y que es el único autorizado para hacerlo.
"Acá juntamos dinero para los niños y así poder hacerles regalos a fin de año. La última vez juntamos tres millones de pesos y privilegiamos a los niños más responsables", enfatizó Victor Tarifeño, director general del club.
El Caupolicán siempre se ha preocupado de sus series cadetes y les regalan zapatillas y equipos para que se sientan motivados.
"Tenemos profesores que les enseñan, acá la mayoría son hijos o nietos de pescadores", agregó Victor Tarifeño.
A pesar de ser amantes del balón destacaron que el fútbol se ha comercializado mucho, llegando a perder el verdadero significado.
ANÉCDOTAS
Muchas son las historias que guarda el club que celebró su aniversario el miércoles pasado. Desde el club han salido estrellas, como David Pizarro, quien ahora es todo un ídolo en Italia.
"David Pizarro salió de acá, todos creen que del Wanderers, pero no, acá fueron sus inicios", destacó Francisco Navarro.
En la Caleta El Membrillo todos tienen sus apodos, siendo los más llamativos: Satanás, Cabeza de Piedra o El Pulento.
"A mi me pusieron el Cabeza de Piedra por mi papá, ya que cuando el jugaba recibía las pelotas duras con la cabeza y parecía que ni le dolía", confesó Francisco Navarro. Contaron también las peleas, rivalidades y también los triunfos.