Si bien la Ley de Alcoholes sanciona el expendio clandestino de vinos, cervezas y licores, no dice nada acerca de quienes venden estos productos en la calle. Este "vacío" legal es muy conveniente y es aprovechado por quienes quieren ganar dinero extra y que cada noche se instalan a comercializar cerveza en plaza Aníbal Pinto.
Según la capitán Ingeborga Villa, subcomisario de los Servicios de Octava Comisaría Florida, cada fin de semana carabineros decomisa una gran cantidad de bebidas alcohólicas a personas que las comercializan en la vía pública. Se trata de una práctica que se ha hecho habitual y que tiene un número importante de clientes, ya que venden a un precio más conveniente que en el comercio establecido.
La capitán Villa comentó que durante la madrugada de ayer le quiteron 26 latas de pilsener a un individuo y 24 a otro. A ambos sólo se les cursó una citación al Juzgado de Policía Local, donde el magistrado deberá determinar el valor de la multa que deben cancelar, de acuerdo a lo señalado en la Ley de Alcoholes. La norma no establece que deba detenerse a los vendedores ya que se trata una infracción y no un delito.
"El artículo 43 de la Ley de Alcoholes sanciona los locales establecidos de venta clandestina de alcohol y no se consignó en la ley esta figura, pero se supone que pasa a ser una venta clandestina, aunque no sea en un recinto establecido", explicó Villa.
La oficial además comentó que los vendedores ambulantes ya se acostumbraron a ofrecer cerveza, tal como otras personas expenden sushi, hamburguesas vegetarianas, ropa y artesanías.
Además los clientes saben identificar a quiénes ofrecen alcohol. Llegan hasta la plaza a eso de las 3 de la madrugada con los productos guardados en una mochila, incluso con "coolers" para que se mantengan heladitas. Incluso no tienen empacho en ofrecerlas a grito pelado, mientras que los jóvenes que carretean en el sector de Cumming aprovechan de comprar para ahorrarse así unos pesos y guardar para el carrete siguiente.J