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Libro de poemas aborda el embarazo adolescente

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"Cuando una está atrapá' / atrapá' / atrapá' / y el mundo viene y te dice / que la ví'a es sagrá' / que no tení' derecho' / que no tení' ni'una / y que no / que nomá' / entonces dime qué / ¿qué pue'e hacerle una? / Porque te digo que no hay comuni'á / ni centro 'e madre / ni organización social / ni ONG / ni esta'o / ni iglesia / ni hogar / ni familia / ni amigo / que pue'a estar aquí conmigo".

El fragmento es parte de "La ví'a es sagrá'", unos de los diez poemas que integran el libro "Nomeolvides: flores para nombrar la ignominia", de la poeta valdiviana Verónica Zondek, que mañana viernes será presentado en el centro cultural La Sebastiana, en Valparaíso (ver recuadro).

Resultado de un proceso escritural que se inició hace más de diez años, "Nomeolvides..." aborda, desde una perspectiva poética, temáticas que hoy están en la discusión pública, como el aborto y el embarazo adolescente.

Usando el habla coloquial, Zondek da voz a una adolescente que se pregunta y rebela en temas como el amor, el abandono, la asimetría de la relación, la maternidad y la posibilidad del aborto.

Usando las palabras propias de su personaje, Zondek va construyendo estos poemas que revelan con estremecedora honestidad la visión de esta niña que observa con agudeza y cierta desesperanza los arquetipos del amor, la pareja, la familia, la maternidad y el futuro.

provocar discusión

Verónica Zondek, poeta, traductora y autora de más de una docena de libros de poesía, ha señalado sobre "Nomeolvides: flores para nombrar la ignominia" que es un libro que "muerde la carne de un tema que de muchas maneras se manifiesta como un tabú, o es caricaturizado o estereotipado".

Su intención es "aspirar a perturbar la percepción que se tiene en torno a la realidad que vive una adolescente embarazada y que habita ese pedazo de mundo que le toca con el fin de provocar discusión, duda, sensibilidad y pensamiento".

A lo largo del libro, la voz de esta adolescente va realizando sus descargos hacia quienes le rodean y cuestionan y en especial hacia quien la enamoró y abandonó: "¿Quién no quiere amor? / ¿Quién no quiere que la toquen? / ¿Que le digan que es linda? / Bah / A vo' también te gusta el merequetengue / pero después resulta que... / que la guagua no es tuya / que el problema no es tuyo / porque... / claro... / tú sólo la metí / la metí y la sacai / y después / derechito a la' chela' / a jalar y a contar".

La voz de la adolescente de barrio se extiende a lo largo de todo el poemario, haciendo aún más cercano el texto para el lector.

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