Secciones

La fama de ser un curadito

E-mail Compartir

"Hazte la fama y acuéstate en la cama", decía mi sabia abuelita Ana, quien me aconsejaba cuando niño parar de andar contando historias que no tenían mucho que ver con la realidad: era un mentiroso. Mi padre tuvo que utilizar los castigos "a la antigua" para quitarme esa insana costumbre de inventar cosas que, muchas veces, dañaban a los demás. Me hice la fama de mentiroso, pero logré revertir ese proceso y me convertí en periodista.

De lo que nunca me he podido despulgar de mi cuerpo y mente es la terrible fama de curadito que tengo. La he ido cultivando vaso a vaso, sorbo a sorbo y está tatuada en mi cara y en mi forma de ser. Es como mi esencia.

Muchas veces llegó al trabajo sin caña, sin tomar en varios días y desde el portero en adelante soy recibido con frases como: "chiiii, la carita compadre", "el medio carretito en que estuviste metido"... y así. Ya no respondo, ya que al parecer me quedó fijada la cara de caña y sólo una cirugía plástica podría revertir el proceso.

Esta columna ha sido vital para construir mi fama. Nadie entiende que Ajenjo es un personaje y que muchas de las historias están exageradas (ni yo me creo eso). Una vez una mujer me amenazó con llevar mi libro "El fondo tiene un vaso" , que reúne varias columnas escritas a lo largo de estos once años en este diario, a un juez, como la prueba irrefutable de mi alcoholismo y así condenarme por ser un bebedor extremo. Mal, muy mal. Hay mujeres muy locas.

Es que la fama de curadito ya está construida y sólo queda asumirlo. Para mi cumpleaños casi todo el mundo me regala botellas de diversos licores. Para los "amigos secretos" de fin de año, también me llegan piscos, rones y vodkas. Una vez me regalaron un Chivas Regal (nunca olvidaré el gesto de ese amigo) y me lo tomé feliz, pensando que además de curarme, me sanaría de varias enfermedades físicas y mentales.

A veces me da por reflexionar y me pregunto: ¿por qué soy tan borrachito? La respuesta está claramente en los demonios cerebrales, que recorren mi cabeza y que son aplacados por la anestesia del alcohol.

Hace poco me vinieron a grabar un mini documental llamado "Gente con Sed" (pongan esas palabras en facebook y podrán ver la película), donde los productores me dieron cualquier trago y después me grabaron. Hable más locuras que "recién operado", pero todos me felicitaron por mi honestidad.

Tener esta fama es complejo, pero prefiero este "mote" a que digan que soy una mala persona. Soy más bueno que el pan batido, sobre todo si estoy borrachito.

Harrison Ford se estrelló pilotando su avioneta

E-mail Compartir

l Grave se encuentra el actor estadounidense Harrison Ford de 72 años, luego que durante la jornada de ayer cayera en las inmediaciones de un campo de golf mientras pilotaba su propia avioneta.

Según informó el portal de noticias del espectáculos de Estados Unidos, TMZ, el actor habría resultado con diversas fracturas y contusiones en su cabeza por lo que fue trasladado de urgencia hasta un hospital de la zona Oeste de California, a pocos minutos de donde ocurrió el lamentable accidente que casi le cuesta la vida al legendario actor. J