Rodin y Farkas
La reciente instalación en el borde costero de la avenida Jorge Montt en Viña del Mar de la escultura "El Pensador" de Auguste Rodin, donada por el filántropo Leonardo Farkas constituye un gran aporte al paisaje urbano de la ciudad. La obra original fue primitivamente diseñada en 1880 y el 1903 fundida en bronce al tamaño actual. Inicialmente era un homenaje al Dante y lo representaba ante las puertas del infierno. Su calidad es innegable y de sumo valor artístico.
Sin embargo se han instalado en las redes sociales una serie de opiniones que reflejan el provincianismo de algunos, la ignorancia y el resentimiento. Por lo que se hace necesario algunas aclaraciones. La obra no es una copia sino una réplica del original que está en Francia, y no es la única. Es del tamaño original y todas cuentan con la autorización oficial del estado francés propietario de los derechos y del legado del gran escultor.
En Chile hay más. En Viña del Mar está también la denominada "La Defensa". Es falso que la adquiriera el alcalde Lorca. Llegó a Chile como "El héroe y la gloria" como proyecto paralelo al actual monumento a Prat. Estuvo en la Armada, luego en la Quinta Vergara y en su museo. Más tarde en el borde costero, al costado del ex sanatorio marítimo y hoy delante del palacio Carrasco. Rodin participó en el concurso del monumento pero a las autoridades chilenas de la época no les gustó porque mostraba a Prat desnudo sostenido por un ángel, concepto de acuerdo al romanticismo heroicista de ese tiempo.
Algunos que no saben dimensionar su importancia reclaman el porqué no se eligió un escultor de la zona. Demuestran su pequeñez y resentimiento. No saben valorar la trascendencia de un artista universal. La aflora una grave falencia en cultura y lo que es peor no proponen nada que valga la pena. Es una pieza magistral del arte universal en nuestro paisaje costero. Otra obra de Rodin es una pieza ecuestre en bronce del almirante Patricio Linch, la que pertenece al Museo Nacional de Bellas Artes. Tenemos buenos Rodin por lo que sobran los mediocres y amargados.