Hace 16 años, cuando por primera vez le dijeron que tenía un tumor cerebral, Carolina Arroyo Aparicio lloró desconsolada. Hoy, a sus 48 años y esforzándose por convivir y llevar su vida lo más normal posible, volvió a experimentar la misma sensación de desconsuelo e impotencia, claro que esta vez, gatillada por la intolerancia y discriminación que sufriera por parte de personas totalmente desconocidas en una céntrica galería comercial.
El jueves, cerca de las 10 de la mañana, Carolina Arroyo paseaba por la Galería Florida, en pleno centro de Viña del Mar. Decidió llamar por teléfono a una de sus alumnas para indicarle que en una librería cercana estaba disponible la cartulina que necesitaban para el taller de manualidades que dicta.
Con su audición reducida a un escaso 30% en su oído izquierdo y la total sordera de su aparato auditivo derecho a raíz de las operaciones de que ha sido objeto, Carolina no habló más de dos minutos, empleando, como sólo puede hacerlo, el manos libres de su iPhone.
Al concluir la breve conversación se percató de que un grupo de hombres de la tercera edad que se encontraban en el café Florida la aplaudían. Acto seguido, un guardia de la galería la conminaba a retirarse pues estaba ocasionando molestia entre los clientes.
"Corté el teléfono y les digo 'disculpen, soy sorda' y me siguieron aplaudiendo. El guardia me dijo que tenía que hacer abandono del lugar porque estaba molestando a estos señores (...) Le pedí su nombre (al guardia) porque me pareció mal y discriminatorio, el tipo se fue y no me lo dio", recordó Carolina, añadiendo que incluso uno de los sujetos que aplaudían le hizo la señal de la cruz en actitud de mofa.
Nerviosa y con una sensación de pena e impotencia, Carolina buscó en su cartera el carné que acredita que posee invalidez total. Se lo mostró al señor que había hecho el gesto y sólo entonces recibió una disculpa.
El administrador de la galería dijo desconocer este hecho. En tanto en el café, uno de los encargados reconoció haber observado el episodio, aunque aclaró que se encontraba ocupado, por lo que no conoció detalles del mismo. J