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Fiscal incuata cheques por $2 mil millones para Caval

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l Tres cheques por un total de $2.510 millones que debían pagarse a Caval por la venta de un terreno en Machalí incautó esta semana la fiscalía, como parte de la investigación por presunto fraude que solicitó en una querella el comprador del predio, Hugo Silva, en contra de a la sociedad de la nuera de la Presidenta Michelle Bachelet.

El fiscal regional de O'Higgins, Luis Toledo, informó que uno de los documentos es por $2.000 millones pagados por Silca; y dos son de una sociedad de Silva por cerca de $510 millones como parte de la venta de dos sitios en Requinoa, y que también estaban involucrados en la negociación con Caval.

Los documentos quedaron incautados en una notaría. "Esto es una pausa para evitar que el negocio continúe", dijo Toledo, agregando que ello se mantendrá hasta aclarar si hubo el fraude que acusa el comprador.

Silva acusa que el escándalo político generado por el caso trabó un eventual cambio del plan regulador, que era lo que justificaba el pago de los $6.500 millones.

Operativo en Palacio

En la arista por eventual negociación incompatible, revelación de secreto, soborno y cohecho, el fiscal también confirmó ayer que el 6 de marzo incautaron el computador, el celular y los correos electrónicos (tanto los enviados como borrados) de Dávalos en La Moneda, donde presidía hasta febrero las fundaciones presidenciales.

Toledo aseguró que aunque el material haya sido borrado, es posible recuperar información que podría ser útil para el caso.

Además, contó que La Moneda entregó rápidamente lo requerido y que la diligencia se realizó "sin ningún inconveniente".

presidenta

El procedimiento fue comentado por la propia Presidenta. "Hay casos que están en manos de la Fiscalía y, por lo tanto no corresponde opinar sobre eso, pero quiero decir que La Moneda ha dado todas las facilidades y la fiscalía ha recibido toda la información que requiere", respondió.

La Mandataria aseguró que no correspondía que el Gobierno informara sobre las diligencias efectuadas. El fiscal Toledo contó que no se comentó en su momento "para no dar aviso a quien voy a afectar en su derecho".

En tanto, ayer la Presidenta nombró a Paula Forttes como jefa sociocultural del Gobierno, cargo que ostentaba su hijo antes de que se conociera el caso. J

Panal de avispas siembra el terror en C° Mariposa

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Hace meses que los residentes del sector de Mesana Alto, en el cerro Mariposa, viven junto a unas indeseables vecinas. Entremedio de la maleza que bordea una de las escaleras, se formó un panal de avispas que asusta a grandes y chicos.

María Araya, vive hace ocho años en la zona y califica como "terrible" el tener que vivir tan cerca del panal. Su casa está precisamente al frente del nido de avispas y, para salir a tomar locomoción, debe pasar a centímetros de él.

Cuenta que más de una vez ha sido víctima de sus mordeduras. "Estamos todos los vecinos picados enteros", señala, y agrega que no son una ni dos, sino que muchas. "Se tiran todas juntas", dice la afligida vecina. Cuando María pasa por la escalera, el enjambre la ataca directamente, ya que son muy agresivas y cuando las trata de espantar con la mano, más violentas se ponen.

Otra de las vecinas afectadas es Vanessa Placencio, cuya casa queda bajo la escalera. Ella, junto a sus hijos y sobrinos, también están llenos de marcas por la mordida de estos insectos voladores.

"Estamos todos picados enteros, muerden en todas partes, en los brazos, el vientre, las piernas, incluso en la cabeza tengo algunas marcas" se queja Vanessa. "A mí también me picaron en la cabeza" agrega su pequeño sobrino.

RESIGNADOS

La familia de Vanessa ha intentado solucionar el problema tapando el nido y llenándolo de agua, pero no han logrado resultados duraderos. "Lo mejor es bajar de noche, cuando oscurece, ahí hay menos" dice uno de los sobrinos.

La única alternativa que han encontrado los vecinos de Mesana es la de "hacerle el quite" y no pasar por allí. Pese a que la escalera es el enlace directo para tomar locomoción y bajar al plan, las familias del sector deben bordear el punto de las avispas caminando largos tramos, que en algunos casos ni siquiera tienen una planicie para desplazarse.

Ni los recolectores de la basura quieren pasar por allí, por miedo a resultar mordidos por las avispas. "El caballero del aseo que viene saca rápido las bolsas y baja con un saco por la quebrada, porque también ha salido bien picoteado antes", comenta María.

Los acongojados vecinos no saben qué hacer con las avispas: no pueden matarlas ni sacarlas, pero sí saben que las quieren fuera de allí y esperan que alguien escuche su problema. J