Marco Antonio Figueroa, entrenador de Cobreloa y hombre con fama de irascible, despertó ayer medianamente enojado. Enfrentó a un grupo de periodistas. Ensayó un rostro tenso. Y regaló una serie de críticas a sus dirigidos. Dijo que el equipo andaba mal. Que los jugadores eran irregulares. Y deslizó que si no mejoraban, el descenso era inminente.

El entrenador, también, criticó a la dirigencia. Y se justificó explicando que el plantel actual de Cobreloa carece de estirpe. "Llegué complicado a Calama porque tuvimos gente tan inteligente que armó un plantel que no tiene variantes. Lo bueno es que ya no están estos genios", agregó.

¡Es soberbio!

Roberto Robles, ex director de Cobreloa y opositor férreo al Fantasma, aporta su tesis: "Figueroa es soberbio, ¡so-ber-bio!"

Robles, que renunció al club después de protagonizar un cruce de declaraciones con el entrenador, dice que el genio de Figueroa golpea la moral de los jugadores. Que el plantel recibe las críticas del deté como una estocada. Y que es, en definitiva, un líder negativo. Él aporta un dato decidor. Dice que el deté, además de ser medianamente violento, es asiduo a prácticas irregulares. A Cobreloa, jura, sólo llegan jugadores de las filas de Mariano Gastó, representante del Fantasma. "Si los dirigentes traen jugadores, después te dice que él no armó el plantel. Trajo a Zbrum, Martínez y Barbosa. ¿Y qué resultados han dado? ¡Ninguno!", plantea.

-Es que la hinchada lo tiene como un ídolo, no sabe el daño que hace. La gente, el hincha, es muy ignorante.

Carlos Gómez es periodista, estadístico y perito en la historia del club. Escribió un libro y refuerza la tesis de Robles: en Calama Figueroa es intocable. "Es que tiene un buen rendimiento y habla bien de Cobreloa. Además está lo que fue como jugador". J