A medida que avanzó la jornada de ayer, las consecuencias de la intensa lluvia que ha afectado al norte del país se dejaron ver con fuerza. La región más afectada fue la de Atacama, donde los ríos Chañaral y Copiapó se desbordaron y dejaron 90 casas dañadas y 415 albergados, según los reportes de la tarde de ayer. Hasta el cierre de esta edición habían entre 6 y 10 personas desaparecidas en la Región de Atacama.
La emergencia derivó en que el Gobierno decretara estado de excepción, de manera que las FF.AA. tomaron el control, tanto en esta región como en Antofagasta, a raíz de la negativa de algunos habitantes a evacuar.
La emergencia llevó a la Presidenta Michelle Bachelet a desplazarse anoche a Copiapó.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, llamó ayer a la "autoevacuación" en Diego de Almagro, Tierra Amarilla, Chañaral y Copiapó, en las que se le pidió a la ciudadanía acudir a los lugares más altos, lejos de cauces a la espera de la llegada de 16 helicópteros, ya que la única forma posible de traslado era la vía aérea.
El subsecretario Mahmud Aleuy señaló que la situación también se volvió crítica en la Región de Antofagasta, principalmente en las quebradas de La Chimba, Farellones y Uribe, donde pese al llamado a evacuar, la gente se negó, lo que provocó que también se decretara estado de excepción. En Chañaral se desbordó del río Salado.
Hasta anoche el Gobierno esperaba que cayeran entre 15 y 30 milímetros de precipitaciones muy intensas, que podrían provocar deslizamientos de tierra. Los pronósticos señalaban que la lluvia duraría hasta la madrugada. J