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Viñamarino es la gran promesa de la natación

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Con catorce años recién cumplidos, Felipe Jiménez se vislumbra como la gran promesa de la natación chilena. El viñamarino, a su corta edad ha cosechado decenas de triunfos y medallas, siendo la principal carta para el futuro del deporte acuático.

Santiago Jiménez, su padre, cuenta que el joven nadador está muy comprometido con su deporte y anhela que muchos otros niños se dediquen a la natación, "La natación es un deporte muy bonito que entrega mucho, pero no es barato, es una lástima que a veces sea un poco elitista" comenta Santiago.

Felipe siempre tuvo gusto por el agua, su padre le enseñó a nadar a los cuatro años, y en ese entonces ya mostraba tener grandes condiciones para el nado, por lo cual su padre decidió contratar a un profesor de natación que le diera clases particulares. Rodrigo Velázquez asumió como su tutor y lo entrena hasta el día de hoy.

DEPORTISTA DE ELITE

Desde que comenzó a dedicarse continuamente a la natación, Felipe ha conseguido casi cien medallas, de las cuales 58 son de oro, 21 de plata y 19 de bronce. Se destaca por ser veloz, resistente y con gran tolerancia al frío.

Pese a su edad, Felipe compite codo a codo con nadadores adultos. Obtuvo el segundo lugar en una corrida en la playa Las Salinas de 8500 metros contra competidores muy mayores.

Felipe también es seleccionado nacional de la división juvenil de waterpolo, sus instructores piensan subirlo a la categoría adulta por lo aventajado de sus condiciones.

SU ENTRENAMIENTO

Como buen deportista de elite, Felipe debe someterse a un duro régimen de entrenamiento.Tiene dos instructores de nado, para piscina trabaja con su profesor de toda la vida, Rodrigo Velázquez, y para las competencias de aguas abiertas se prepara con el mítico "Tiburón" Contreras, quién se ha referido a él como su sucesor. Felipe entrena todos los días en la piscina de la armada y en la del IND, nadando 10.000 metros diarios.

Felipe señala que a futuro quiere estudiar una carrera universitaria, "Él dice que le gustaría estudiar ingeniera civil" comenta su padre, y agrega que será un desafío poder convalidar sus estudios superiores y su promisoria carrera deportiva. Hasta ahora ha sabido cursar su enseñanza media sin mayores problemas, gracias al apoyo que le ha brindado su escuela, el colegio Amancay de Villa Alemana. "En su colegio han sido muy comprensivos y le han dado todas las facilidades para que pueda estudiar y entrenar, tengo gran agradecimiento por la gente del Amancay, sobre todo por don Raúl Sepúlveda, el sostenedor, que ha sido muy atento con mi hijo", dice su padre.

LA GRAN HAZAÑA

Más allá de las medallas obtenidas, Felipe logró una sorpresiva proeza. Cuando aún tenía 13 años logró cruzar nadando el canal de Chacao. Él, junto a otros siete nadadores, que no superaban los 18 años de edad, participaron en el difícil desafío, bajo el alero del "Tiburón" Contreras.

Felipe fue quién recorrió los 2000 metros de distancia en el menor tiempo, 39 minutos y 15 segundos, a pesar de las turbulentas aguas.

El padre recuerda con emoción el hecho y reconoce que en un principio pensó que su hijo no podría completarlo. El agua estaba muy brava, pero Felipe avanzaba rápido y decidido, Santiago lo seguía en un bote, cuando Felipe atravesó las primeras marejadas su padre exclamó.

"Parece que lo va a lograr el negrito" y el encargado del bote lo contradijo: "No cante victoria, se le va a venir la mar". En efecto el oleaje aumentó y se puso muy violento, a tal punto que Santiago estaba a punto de pedir que lo retiraran, pero el "Tiburón" Contreras, que también estaba en el bote, le aconsejó que lo dejara competir porque, "se veía en su cara que él iba a continuar hasta el final y sacarlo antes de tiempo podría frustrarlo, El consejo del 'Tiburón' fue muy bueno, gracias a él Felipe ganó el desafío y ahora empieza una carrera con un potencial tremendo", comenta el orgulloso padre. J