En menos de 8 minutos los trabajadores del Hospital Gustavo Fricke y sus pares de la empresa OHL cortaron ayer el tránsito por el par vial Viana-Álvares, generando la molestia de los automovilistas y poniendo en aprietos a carabineros.
Si bien la reacción de los dispositivos policiales fue rápida y logró contener la columna que interrumpió la circulación vial bloqueando las 6 pistas de circulación de esta avenida, el impacto no fue menor en el tráfico que se vio afectado por más de media hora, tiempo que involucró la marcha de los trabajadores hacia el Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota.
La determinación de los manifestantes no impidió que motoristas de carabineros lograran conservar el orden de la manifestación y ésta sólo afectara las pistas de Viana, permitiendo el normal flujo por Álvares.
Sin embargo y dada la reducida vialidad que tiene la ciudad con las obras de los estacionamientos subterráneos, la marcha no dejó de generar molestia y menor fluidez en el tránsito.
TENSIóN
La marcha de los trabajadores de la empresa OHL, responsable de la construcción del nuevo hospital Fricke, dejó de manifiesto el nivel de tensión de un movimiento que mantiene paralizadas las obras del nuevo recinto por 17 días sin que hasta ahora se haya logrado acercamiento entre las partes.
La demostración más patente del conflicto quedó de manifiesto antes del inicio de la marcha, cuando un grupo de trabajadores, supervisores y jefaturas protestaron frente al hospital exigiendo poder retomar las faenas mostrando una disidencia en el movimiento.
Marcelo Montecinos aseguró que no desean generar un conflicto con sus compañeros, pero que la mayoría de los trabajadores - más de 300 según dijo - desea retomar sus labores. El vocero reconoció que los sueldos no les satisfacen, pero que la empresa nunca se ha cerrado a evaluar este punto.
APOYO
Guillermo Guerra, presidente de la Fenats Fricke, manifestó que la decisión de los trabajadores de la federación de apoyar las demandas de sus pares de OHL dice relación con el efecto negativo que la paralización del nuevo Fricke implica no sólo para la comunidad, sino también para los trabajadores.
"Un día de paralización representa 10 días más de retraso. Si esta obra no avanza, los trabajadores seguiremos en las condiciones en que estamos y que no son las óptimas. Es preocupante que OHL en un acto de soberbia no quiera llegar a un acuerdo con sus trabajadores. El Servicio de Salud y el Ministerio tienen que hacerse cargo de este conflicto. No queremos ser un Curepto o un hospital de Putaendo", planteó el dirigente.
La marcha de los trabajadores llegó hasta el SSVQ, lugar donde los dirigentes de los trabajadores, incluidos los de OHL, sostuvieron una breve reunión con un representante del servicio. Los trabajadores exigen la intervención ministerial y no descartan nuevas movilizaciones. J