El día del joven combatiente, es decir del joven delictual; nuevamente, repetidamente y cansablemente pone en jaque a la democracia y peor aun cuando es asesinado un carabinero; deberíamos sentir vergüenza de tener instaurado este día.
Yo no participo, ni menos justifico que el pago de mis impuestos como contribuyente se presten para reparar los daños ocasionados con motivo de las manifestaciones de éste lamentable día de vandalismo y destrucción anual en nuestro país instaurado en la llamada democracia y menos que se preste para cometer todo tipo de actos delictuales como es reiterativo, incluso asesinatos, de quien sea. ¿Es éste un día digno de celebrar y de enorgullecernos, no lo creo?, es un día de expresión libertaria, tampoco solo delictual.
La clase política y quien corresponda debería hace mucho haber derogado este triste día que no trae sino destrucción y vandalismo, así como perdida del estado de derecho y de confianza en la autoridad.
Al final del día solo queda desolación, en éste caso una familia destrozada y un Chile lamentablemente disminuido.
José Manuel Caerols Silva.