'Quiero tener mi propio programa infantil en la tv'
Nacido en Alemania, pero criado desde el año y medio en la calle Levarte de Playa Ancha, Erick Aliaga McDermitt de 37 años, confiesa que desde niño se interesó en el teatro y quiso ser actor.
Luego de vencer una tartamudez que superó alrededor de los 18 años, logró alcanzar su objetivo y licenciarse en el arte que tanto le gusta. Fue en ese momento que descubrió que su pasión era hacer reír y reconoce que su principal influencia para dedicarse a la comedia fue el gran "Chespirito".
-Desde chico, en el colegio, siempre me gustaba estar en los sketchs y siempre me iba bien, entonces siempre quise estudiar teatro y al final lo logré. Dejé de ser tartamudo como a los 18 o 19 años por un trabajo fuerte que hice y pude estudiar. Cuando lo hice, encontré mi verdadera vocación, indagué en varios estilos de teatro, tipo Antonin Artaud, que trabajaba con la tragedia, pero al final me gustó mucho la comedia.
Y para pagar los estudios empecé a hacer payaso y ahí fue cuando nació el Payaso Wellington, desde hace muchos años atrás, empecé a hacer show infantiles, capacitaciones y talleres en los cerros y desde ahí que no he parado. Yo estoy trabajando con un humor muy blanco a diferencia que, de repente, está el doble sentido pero este payaso es súper ingenuo, entonces yo trabajo con ese tipo de humor.
tumba de chespirito
-Fue súper loco porque yo estaba haciendo talleres el año pasado e hice unos cuantos comerciales gracias a unos casting en los que quedé y cuando se murió Chespirito, el año pasado, lloré mucho porque, gracias a él, entré al mundo de la comedia, aparte me encantaba verlo cuando era niño y, al final, yo dije: "tengo que llegar a la tumba de Chespirito", en un lapso de dos semanas se me dio la posibilidad para ir con mi cuñado y fui a México.
Intenté entrar un día pero, como es privado, no pude, al otro día fui y ahí logré acceder, cosa que estaba prohibida pero, gracias a un energía que me dio en ese momento, lo logré y fue hermoso, me emocioné, le recé, conversé con él y le pedí que me encaminara, y de ahí como que me sentí súper bendecido. Cuando volví a Chile, había ganado un proyecto en el Festival de las Artes, así que empecé a implementarlo en el sector de Pezoa Véliz de la población Montedónico con un escenario de reciclaje. Esto fue en enero. Luego, a los dos días de haber terminado el proyecto, llegué a Santiago y se me presentó la oportunidad, gracias a un amigo que bailaba en el Mucho Gusto de Mega, para bailar en ese matinal, yo dije "no tengo ningún problema pero lo que realmente me gustaría hacer es mi personaje".
Después de Viña
-Sí. El primer día no me resultó porque nadie me conocía pero, después, conocí a un productor, quien me hizo conocer a otros productores que me dieron la posibilidad para salir con este personaje. El primer día que salí en Mucho Gusto, a fines de enero, me fue súper bien. Recibí muy buenas críticas y de ahí no he parado. Estuve todo el verano con ellos, empecé a salir todos los días hasta el Festival de Viña. En ese momento tuvimos súper buen resultado, con el mejor rating, lideramos audiencia, de hecho, fue inédito que el matinal le haya ganado al otro del canal que tiene la concesión del festival. Fue una inyección de energía, mi objetivo fue tirar muy buena onda y, en ese sentido, una clave muy importante es hacer lo que a uno le gusta.
-En estos momentos, me siento súper bendecido porque mi verdadero objetivo es tener mi programa infantil en televisión. Quiero mandar muchos mensajes bonitos que puedan ayudar, sobre todo en estos momentos que hace tanta falta. J