Si alguna pizca de ilusión -en torno a su casi perdida lucha por el título- habían sumado los hinchas viñamarinos, luego de su triunfo sabatino ante Deportes La Serena en La Pampilla (gol de Miralles a los 33'), lo cierto es que ayer -y tras el triunfo de San Luis ante Unión San Felipe- las ilusiones de Everton ahora se sustentan, y apenas, por las matemáticas aunque al parecer... no por mucho tiempo.

Y es que si bien, el 1-0 de Everton ante los "papayeros" le permite a los ruleteros mantenerse a firme con 54 puntos en el tercer lugar de la tabla (con 5 fechas por jugar, más su pleito pendiente ante Deportes Copiapó), lo cierto es que el sólido líder, San Luis de Quillota -que ayer llegó a los 68 puntos- marcha firme rumbo al título.

No ajenos a esta realidad, que en Everton se han propuesto al menos, terminar bien, siendo terceros o segundos en la tabla de posiciones. Y con esa disposición se jugó en la IV Región, con un Everton que justificó en la primera mitad, su triunfo obtenido ante los pupilos de Horacio Rivas. Y es que al margen del gol marcado por Miralles (su sexto personal, en 18 partidos jugados), el cuadro ruletero tuvo a lo menos tres ocasiones más para estirar las cifras, primero con un tiro libre de Peñailillo, luego con una ocasión doble desperdiciada por Saavedra y finalmente con una mala definición de Canío frente a la portería del ex evertoniano Elías Hartard.

DEBUT Y AGUANTAR

Lo más rescatable del segundo tiempo -desde la perspectiva evertoniana, por cierto- fue el sorpresivo debut del juvenil Cristián Vilchez (que reemplazó a Arguinarena a los 46'), quien no destiñó en la zona media, pese a que a ratos, no encontró una posición fija en el campo de juego. El resto fue esperar y contragolpear, con un Toranzo muy firme atrás y cambios defensivos que dejaron con los nervios de punta a los siempre sufridos hinchas viñamarinos. J

l Nadie está contento en Santiago Wanderers. A la molestia de Emiliano Astorga y de los propios jugadores del plantel, hay que sumar la desazón de los hinchas porteños, que no logran entender cómo un elenco que rozó el título el pasado campeonato realizando una campaña histórica para la institución, hoy no encuentra su norte en cancha.

Lejos de culpar a Astorga por el bajo rendimiento mostrado en la competencia local, la exigente hinchada caturra apunta sus dardos hacia Jorge Lafrentz, presidente de la institución porteña. Su principal pecado radica en la pésima gestión que se hizo en materia de refuerzos, logrando abrochar solo una de tres incorporaciones posibles, algo que el mismo Emiliano Astorga ha dicho que le ha perjudicado para afrontar los encuentros.

En la misma línea, tras el encuentro, los fanáticos wanderinos llenaron las redes sociales con mensajes en contra de Lafrentz, enrostrandole principalmente una declaración dada a principio de torneo donde sostenía que había un gran plantel para afrontar la competición; dichos que se contraponen radicalmente con el presente de los verdes, quienes se ubican en la penúltima posición del campeonato.

Si bien, nadie duda de la calidad del plantel verde que ya demostró que puede pelear por grandes cosas como a fines del 2014, si existe una preocupación generalizada respecto a que se vuelvan a repetir los mismos errores y que nuevamente Santiago Wanderers quede con un plantel corto. Toda esta intranquilidad radica en que los porteños deberán enfrentar tres torneos: la competencia local, Copa Chile y el más trascendente, la Copa Sudamericana. J