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El colmo: le han robado 16 veces su cafetería

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En los cuatro años que lleva trabajando en la Playa Acapulco, Ricardo Guzmán ha sido objeto de 16 robos: tres en su cafetería y 13 en un kiosco que administra en la misma playa y que en la actualidad mantiene cerrado y sin especies en su interior.

El último episodio pudo ser el más grave, cuando desconocidos que robaron los baños públicos que funcionan al lado de su local, encendieron fuego al interior del establecimiento provocando graves daños que fácilmente pudieron ser desastrosos.

CORTINA DE HUMO

El hecho ocurrió el domingo recién pasado, cuando un acomodador de autos que conoce al pequeño empresario lo llamó para avisarle que salía humo desde su local que en la actualidad se encuentra cerrado por vacaciones.

"Cuando volví a llamar para saber qué pasaba me dicen 'llama a los Bomberos porque se está quemando el café'(...) Llamé a la central de bomberos (...) Cuando llego, el local estaba lleno de humo, me costó mucho entrar pero no encontré fuego", precisó el locatario.

Guzmán recordó que el subterráneo del local que arrienda al concesionario de la playa está conectado con los baños públicos laterales, por lo que se dirigó a estas instalaciones encontrando, para su sorpresa, la puerta abierta.

"Pude indicarles a los Bomberos que el fuego era en los baños. Ellos ingresaron con su sistema autónomo. Encontraron fuego en las bodegas (...) Si me hubiese demorado cinco minutos más en llegar se quema todo: el café y los baños", reconoció Ricardo Guzmán.

Los bomberos trabajaron casi una hora y media en sofocar las llamas. El efecto propio del agua provocó alguno daños en la cafetería. Hasta el lugar llegó también el administrador de los baños públicos, quien fue advertido del hecho de que las instalaciones se encontraban sin seguro ni candado.

Horas más tardes se percatarían que las llamas habían sido literalmente una cortina de humo, descubriendo que desconocidos se llevaron computadores y la caja registradora con la recaudación del fin de semana.

"Alguien tiene que haber ingresado al local, algún ex trabajador o alguien que tiene copia de las llaves, porque no hay forcejeo (...) Se hizo la denuncia, llegó carabineros y personal del Departamento de Investigación de Incendio de Bomberos", precisó Guzmán.

El pequeño empresario reconoció daños en su local por efecto del agua tanto estructurales y en los sistemas eléctricos.

"Lamentablemente Viña es una ciudad bella, pero no segura. A mi local han entrado tres veces en los 4 años que hemos estado funcionando", denunció el locatario. J

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