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Serafina, la quiltra que enamoró a los gringos

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El Perro Julio y "Chilidog" han sido por años los perros más famosos de Valparaíso. Pero entre las hembras, hay una quiltra de cuatro años y diez meses que se las trae. Su nombre es Serafina del Rosario Errázuriz Torrealba y su historia comienza en el sector de Bellavista, cuando estaba escondida detrás de unos autos intentando pasar desapercibida por los perros que persiguen a las micros en Errázuriz. En ese momento nadie se preocupaba por ella, hasta que vio a la porteña Claudia Villegas y corrió hacia sus pies.

"Me miró, nos miramos y no nos separamos más. Aparte era una cachorra muy tierna y era imposible resistirse a su carita", dice Claudia, quien por entonces vivía en New Yersey y andaba de vacaciones en el Puerto.

La porteña y la cachorra se fueron contentas a casa, pero a los días comprendieron que el encuentro de ambas no había sido casualidad. Resulta que el padre de Claudia falleció repentinamente y tanto ella como su madre, quedaron totalmente desconsoladas. "Mi padre murió en agosto y por eso me tuve que quedar más tiempo en Chile. Mi mamá y yo estábamos destrozadas, pero Serafina fue un consuelo porque siempre estaba haciendo gracias para que riéramos. Y mi madre, que no es de perros, hasta le hizo un chalequito crochet por el cariño que ella ha brindado", dice la porteña, conmovida.

A Estados Unidos

En 2011, Claudia y su mamá debían volver a sus casas en Estados Unidos, pero ya no estaban solas. "No podía abandonar a la 'Fina' así como así, menos por todo lo que hizo por nosotros. Además no soy de esas personas que recoge animales y luego los anda regalando. Ya nos habíamos encariñado mucho con ella así que hice todas las averiguaciones para saber cómo llevarla a Estados Unidos y me sorprendí de lo fácil que fue", indicó.

Ya con los trámites listos, Claudia, su madre y Serafina partieron al extranjero. Y al llegar, la porteña le propuso a su madre que hicieran un viaje para pasar la pena. "Mi mamá vive en California, pero la invité a que pasara unos días conmigo en New Yersey. Y ahí surgió la idea que hiciéramos el viaje a California en auto que, sin parar, dura unos tres días. Son unas 3 mil millas de ida y vuelta aproximadamente. Mi mamá aceptó y nos fuimos con la Serafina pero haciendo varias paradas", relata Claudia.

El viaje estuvo marcado por las aventuras, en especial por la perrita que cautivaba a todos los gringos que la conocían. "Paseó por la Casa Blanca en donde hartas personas le tomaron fotos. También en la Torre del Diablo (Devils Tower) lugar de la película 'Close Encounters of the Third Kind', también en el Gran Canyon y el Monument Valley en donde conoció a otro perro que venía viajando desde Alaska y se hicieron amigos. La Fina es súper viajera y ha viajado gran parte de Chile y de New York a Los Ángeles en auto dos veces", comenta la porteña.

New Orleans

Uno de los lugares en que causó más sensación fue en New Orleans. Según cuenta Claudia, unos gringos la quisieron raptar porque les llamó mucho la atención y no entendían qué "raza" era. "Era difícil decirles que era una quiltra, jaja. Pero ahí en New Orleans la gente es bien rara. En Roswell New Mexico andábamos paseando por la calle con la Serafina sin correa cuando ella de repente cruza la calle corriendo y unos gringos en un auto se detienen para tomarla y llevársela. Tuve que correr para impedirlo y por suerte alcancé. Fue muy extraño", recuerda Villegas.

Para ella, esta parte del viaje fue algo totalmente nuevo porque le llamaba la atención que el pueblo viviera de las historias de extraterrestres. "En Roswell hay una historia de que se cayó una nave de extraterrestres y el pueblo vive de eso, de hecho tiene lámparas con caras de marcianos. Por eso a los gringos les llamaba tanto la atención que la Fina andara corriendo sin correa por ahí, la veían como algo poco usual", señala Claudia.

Cuando llegaron a California, la madre de la porteña se quedó en su casa. Así que ahora Serafina y Claudia debían retornar a New Yersey. "Nos despedidmos de mamá y las aventuras siguieron. Una amiga se nos unió y con ella nos fuimos por otra parte de Estados Unidos y llegamos a New York y Manhattan. Luego hicimos una desviación más o menos grande y partimos a la mansión de Elvis Presley en Grace Land porque mi amiga es fanática de Elvis. Ahí nos tomamos fotos y los gringos también con la Fina", expresó.

De regreso a Valpo

Cuando terminó el viaje, Claudia y su perrita volvieron a su casa New Yersey. Aunque no por mucho tiempo porque el Puerto amarra como el hambre. "Finalmente nos devolvimos a Valparaíso porque de acá somos y aunque la Fina tenía un gran patio para jugar en New Yersey, ella prefiere correr y relacionarse con los perros de la avenida Alemania", afirma la porteña de corazón.

Serafina del Rosario actualmente tiene dos amigos: el quiltro Guillermo Rivera y Orion que es un schnauzer gigante. Los tres suelen andar por el parque de la ex cárcel en donde socializan con otros perros. Pero sólo Serafina ha sido "rommate dog" (compañero de piso).

"La Fina es alegadora. En el edificio que yo vivía antes, me quisieron multar por tenerla. Llegamos hasta la corte suprema por esto y al final la tuvieron que admitir y el edificio tuvo que pagar los costos del juicio. Así es mi quiltrita", dice Claudia, sonriendo.

Por su personalidad, todos los vecinos de la Subida Ecuador la quieren. Tanto así, que cuando se perdió por los fuegos artificiales de Año Nuevo, todos la estaban buscando desesperados. "Pegué carteles por todas partes y hasta los colectiveros me preguntaban por ella porque es muy conocida y querida. Finalmente apareció pasada a eucaliptus y con su alegría de siempre. Ella tiene chip, pero esa noche estaba sin collar en la casa y cuando sintió los cuetazos de los fuegos salió arrancando. Menos mal apareció, sino...", suspiró Villegas.

Serafina es porteña por donde se le mire, pero entiende dos idiomas. "Ella se lleva bien con los gatos y está súper educada porque da la mano. Y es súper inteligente porque aparte de entender español, entiende inglés y se sienta cuando uno se lo dice en ese idioma. Y está de cumpleaños el 29 de mayo, el mismo día que John F. Kennedy", enfatizó su dueña.

La perrita tiene mucha energía pero en las noches se rinde en su camita, la que comparte con un osito de peluche. J