'Cuando entrevisté a Natalia ella sólo lloraba'
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El defensor regional Claudio Pérez ha defendido a peligrosos criminales, pero nunca antes le había tocado un caso como el de la secta de Colliguay donde defiende a la madre de un lactante sacrificado, la diseñadora Natalia Guerra.
El profesional, reconoce que el caso ha sido complejo no sólo por la cantidad de imputados o la diversidad de delitos - parricidio en el caso de su defendida, homicidio calificado, encubrimiento - sino que especialmente por el aspecto siquiátrico de sus implicados.
'El tema siquiátrico-sicológico de las personas que participan en los hechos yo que creo que eso es lo más relevante. Siempre uno se encuentra con casos, puede ser un homicidio, un parricidio, un asesinato en donde el autor tiene algún problema de índole sicológico o de trastorno mental, pero que sea un grupo respecto del cual todos tengan alguna alteración de sus facultades mentales eso lo hace particular', destaca Pérez.
En ese sentido y tal como lo ha planteado en el transcurso de la investigación, el fenómeno de las sectas resulta gravitante en cuanto a la atrocidad del delito.
'Al ser una secta uno puede encontrarse con estos hechos tan terribles como que efectivamente haya un sacrificio humano de un infante como en este caso en específico', precisó el jurista.
Claudio Pérez destaca el proceso de recuperación de Natalia Guerra quien permanece en la parcela de sus padres en Pirque, atenta a los avances del proceso judicial en que se encuentra involucrada.
Pérez recuerda cuando se entrevistó con Natalia y lo afectada que se encontraba.
'La primera vez que tuve oportunidad de entrevistarme con Natalia fue en el calabozo del tribunal donde ella llega por un control de detención (...) En esas dos primeras entrevistas, Natalia solamente lloraba y lo que ella me planteaba era 'es difícil que usted me crea pero Antares para mí era dios', esas eran sus palabras', rememoró Claudio Pérez.
Tras dos años de investigación y de tratamiento sicológico, Natalia retoma el curso de su vida. Realiza deporte, algunos trabajos esporádicos en el área del diseño y mantiene su tratamiento mental.
'Es una persona absolutamente distinta (a la que conoció), una persona que uno puede considerar normal. Estuve aproximadamente 4 horas la última vez que la fui a ver a su casa - ella está en la parcela de sus papás en Pirque, rodeada de naturaleza, donde ella se está recuperando, hace aproximadamente 5 meses que está haciendo deporte todos los días, va al gimnasio, realiza trabajos esporádicos pero está trabajando, está retomando su vida, ciertamente con la ansiedad que produce estar envuelta en un proceso judicial de estas características', comentó Pérez. J