Soledad Bravo se mantiene firme junto a su hijo, Rodrigo Avilés. Llegó hasta el hospital Carlos van Buren el jueves 21 a las tres de la tarde y de ahí no se ha movido. Ayer, tras reunirse con el director del recinto, el intendente y los rectores de las universidades tradicionales de la zona; habló de lo que ha vivido en estos últimos días.

"(El jueves 21) nos llamaron de la urgencia, alrededor de las 13 horas. Luego el doctor Gutiérrez, subdirector médico, nos mantuvo informados durante toda la ruta porque su estado era gravísimo. Hemos estado acá en vigilia, con los compañeros de la UNE y demás colectivos, acompañados por nuestras familias. Han sido días muy largos y agónicos", reconoció.

Si bien mantiene las esperanzas, es realista respecto a la salud de su hijo, quien ha sido operado cuatro veces: "Esperamos lo mejor, pero también estamos preparados para lo peor, porque Rodrigo se la está jugando. No hay nada ganado aún. No estamos viendo ni siquiera luces, sino resplandores de mejoría".

El director del hospital, Juan Patricio Castro, durante la mañana de ayer dijo que si bien el estado de Rodrigo sigue siendo de extrema gravedad, se logró estabilizar la hipertensión endocraniana que lo afectaba. "Eso obviamente significa que se ha detenido esta progresión de deterioro que mantuvo durante el día sábado", destacó.

Además comentó que "esperamos y tenemos la certeza de que la juventud de Rodrigo, quien tiene las características de un joven sano, lo están acompañando, sumado a la fortaleza que le ha entregado la familia y muchas personas".

deportista

Soledad Bravo contó detalles de la niñez de Rodrigo. "Mi hijo tuvo una infancia marcada por el desarrollo de una disciplina deportiva, que fue el hockey patín. Empezó a jugar a los seis años y dejó de hacerlo cuando nació su hija, a los 17. Fue miembro de los equipos del Manuel de Salas donde estudió y también del Miguel León Prado. Es un niño que toda su vida tuvo una disciplina, una capacidad de entrenar, de concentrarse, de enfocarse, de superar metas".

Y agregó que "es un cabro jugado por lo que cree o lucha".

rectores

Durante la mañana de ayer llegaron hasta el hospital los rectores de las universidades Valparaíso, Playa Ancha, Técnica Santa María y Católica. Claudio Elórtegui, jefe de la última entidad, comentó que: "Nos hemos hecho presentes las cuatro universidades que forman parte del Consejo de Rectores de Valparaíso, para expresar nuestra solidaridad a la familia de Rodrigo, a sus compañeros, a la universidad de la cual él forma parte, expresar nuestra solidaridad, nuestro apoyo en este momento tan difícil. Estamos haciendo fuerzas para que se supere este difícil momento que los aqueja, confiamos que así sea".

carabineros

Soledad Bravo se refirió al actual de Carabineros durante la marcha del 21 de mayo. "Hemos sido súper claros, éste no es un caso aislado, yo no quiero que éste sea el caso de mi hijo que cae herido en una marcha y que se termine ahí. Éste es un síntoma de un procedimiento y de unos protocolos de represión de la protesta ciudadana que deben ser modificados. Esos protocolos no se han modificado desde la época de la dictadura, cuando yo salía a la calle. Me parece vergonzoso que 30 años después estemos en las mismas condiciones", dijo.

En la oportunidad, el intendente Ricardo Bravo, se refirió a las sanciones que recibirán dos funcionarios de Carabineros, responsables de golpear y empujar a la estudiante Paulina Estay.

"Es una medida oportuna, necesaria. Desde la región hemos pedido que se transparente al máximo cada una de las responsabilidades y eventualmente las sanciones a quienes cometen excesos en los procedimientos policiales. Que se imponga una racionalidad y una prudencia en las manifestaciones públicas".

Durante la tarde de ayer, el Ministerio Público informó que tanto el caso de Rodrigo Avilés como el de Paulina Estay son supervisados directamente por el Fiscal Regional, Pablo Gomez Niada, y quedaron en manos del fiscal jefe de Valparaíso, Cristian Andrade. J