Conozca a Víctor Rivero, el joven técnico que viene a Everton
Mucho se ha hablado de los méritos que como técnico tiene el ahora nuevo entrenador de Everton, el joven de 35 años de edad, Víctor Javier Rivero Faccioli.
Su brillante campaña en San Luis de Quillota -en donde logró el ascenso y salió campeón con 81 puntos y un 71.05 por ciento de rendimiento- lo hicieron pasar casi desde el anonimato hasta lo más alto en cuanto a entrenadores jóvenes y/o de proyección en Chile.
No obstante, no muchos saben respecto a sus inicios en el balompié -en donde compartió camarín con David Pizarro, por ejemplo- o de su paso por una selección chilena amateur que dirigió Leopoldo Vallejos; ni de los amigos que por años forjó en el Club Deportivo Santa Inés, en Viña del Mar.
Nacido el 15 de marzo de 1980 en el ex Hospital Dr. Enrique Deformes de Valparaíso, Víctor Rivero pasó gran parte de su etapa escolar en el Liceo Eduardo de la Barra, en donde cursó desde 4° Básico a 4° Medio.
En forma paralela a sus estudios, Rivero se integró a las series menores de Wanderers (llegó a los 9 y estuvo hasta los 16 años en el Decano), en donde fue formado como arquero por el gran Juanito Olivares, compartiendo camarín con Mauricio Neveu y David Pizarro, entre otros.
Pese a no poseer una gran estatura para el puesto, Rivero destacó por sus condiciones, siendo capitán de los caturros en varias divisiones. Incluso, jugando después en el Club Deportivo Santa Inés (en donde fue reclutado por el propio Olivares), fue llamado a una selección chilena amateur que jugó un Sudamericano en Paraguay en 1998, con Leopoldo Vallejos como entrenador.
SU GRAN SALTO
Ya recuperado en lo anímico y futbolista en Santa Inés (ya que no salió bien de Wanderers), Rivero forjó su propio rumbo con un objetivo claro: el fútbol profesional. En esos años -y previo al gran salto a San Luis de Quillota- el ex meta defendió los colores del desaparecido Provincial Ligua, para después debutar por los sanluisinos, en la Tercera División. En su estreno, del 27 de junio de 1999, reemplazó a Carlos Toro ante Vicuña Elqui, en la IV Región. Después, entre los años 2000 y 2001, Rivero fue reclutado por Mauricio Riffo, para defender el arco de Municipal Limache. Tras ello, el golero retornó a San Luis el 2002 y el 2003 logró el tan anhelado ascenso desde la Tercera a la Segunda División... en ese recordado equipo de Humberto Suazo, Felipe Salinas, Alvaro Villalón y Jonathan Varas, entre otros.
El 2004 y siempre con Mauricio Riffo como técnico, Rivero alternó en el arco con Osvaldo Cataldo (jugó 14 de 29 partidos), siendo ese su último año como jugador sanluisino.
SU ESTADÍA EN LA CALERA
El 2005 y también en la Primera "B", Rivero fue contratado por el archirrival de los canarios, Unión La Calera. En su primera temporada en el equipo del cemento -y con el desaparecido Alfredo "Torpedo" Núñez como técnico- Rivero alternó en el arco con el hoy comentarista Waldemar Méndez, en una temporada en donde también dirigieron a los rojos los técnicos Nicola Hadwa y Alexis Ortega.
Al año siguiente y con el "Torpedo" Núñez como técnico de La Calera en las primeras 5 fechas (luego asumió Hernán Ibarra), el ex golero fue en su mayoría titular, teniendo como reemplazante a Luis Corvalán. Ya el 2007 -y con Hernán Ibarra, Claudio Nigretti y Jorge Socías como entrenadores- Rivero jugó muy poco, ya que el titular cementero fue Carlos Torres. Algo similar ocurrió el 2008, en donde con el "Lulo" en el banco, el meta fue suplente del propio Torres en el Apertura (jugó 3 partidos), para después, en el Clausura, tener más posibilidades con Alexis Ortega como entrenador (jugó en 11 ocasiones), en una temporada en donde incluso llegó a atajar el desconocido Juan Rebolledo.
Con cuatro entrenadores en la temporada 2009 (arrancó Jorge "Coke" Contreras y luego estuvieron Alexis Ortega, Miguel Alegre y Víctor Milanese Comisso), Rivero estuvo a la sombra de su colega Luis Godoy, algo similar a lo que le sucedió el 2010, en donde con Emiliano Astorga en el banco, el actual técnico de Everton fue suplente de Lucas Giovini en el torneo en donde los cementeros lograron su retorno al fútbol grande y en donde Rivero decidió, con apenas 30 años de edad, colgar los guantes para muy pronto... convertirse en DT. J