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San Francisco fue de paseo a Quillota y se tituló campeón

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No es común que la Copa de Campeones de los que equipos que agrupa la ARFA Quinta Región, reúna a un representante de Valparaíso y a otro de Viña del Mar en la gran final.

Pero en esta edición 2015 así sucedió, y en la carpeta sintética del estadio Lucio Fariña de Quillota, se vieron las caras San Francisco de la Asociación Valparaíso y Unión Glorias Navales de la Asociación Las Achupallas.

Y tal vez en un presagio de lo que vendría dentro de la cancha, el primer revés para los viñamarinos fue tener que jugar con camiseta alternativa (blanca), ya que San Frnacisco mantuvo su habitual casaca roja.

En las gradas en todo caso hay que decir que el entusiasmo mayor corrió por cuenta de la hinchada de Glorias Navales, cuyos numerosos integrantes llenaron de colorido (rojo y amarillo) la tribuna Pinto, esa donde se lee QUILLOTA.

GOLPEA RÁPIDO

En la cancha en todo caso mandó el cuadro de Valparaíso, que demostró tener más conceptos sobre fútbol colectivo y fue más incisivo que su rival, sobre todo cuando la pelota salía larga desde el mediocampo para los piques del atacante Francisco Feliú.

El número 7 de los porteños, generalmente entraba cargado por el costado izquierdo, aunque buscaba enganchar hacia adentro para sacar el derechazo.

Y si bien esa jugada no le resultó, sí pudo celebrar en el cuarto de hora de juego, cuando le ganó la espalda a la defensa de los viñamarinos encarando por el centro, y ante la salida del golero, levantó la pelota que llegó con suspenso a las mallas ingresando junto al parante izquierdo del arco que da hacia el marcador.

Fue la primera explosión de júbilo de la hinchada de San Francisco que se ubicó en la tribuna preferencial.

SIN PODER DE FUEGO

El cuadro de Glorias Navales sintió el golpe, y aun cuando tenía poco peso ofensivo y tampoco mostraba gran fluidez en el mediocampo, se las arregló con pelotazos para rozar el empate.

Primero un cabezazo que sacó el meta porteño y luego un disparo al travesaño con el portero vencido, fueron los grandes avisos de que el lance podía equipararse.

VELOZ SENTENCIA

Los primeros minutos del complemento dieron la impresión que los viñamarinos se acercaban a la igualdad. Presionaban en campo rival aunque sin profundidad.

Además, Glorias Navales sufrió la expulsión de Becerra por doble amarilla en los 59 minutos de juego, justo cuando pasaba por su mejor momento. Desde ahí se diluyó la reacción del elenco de Las Achupallas.

San Francisco se agrupó para salir de contra. El trajinador volante Rogelio Herrera tuvo primero el gol con un derechazo dentro del área, pero en la segunda oportunidad que se generó no falló y clavó el segundo.

San Francisco buscó liquidar rápido y tras una jugada por la izquierda, fue Jorge Godoy quien anotó el tanto final con un cabezazo. Entre la expulsión y el 3-0, no pasaron más de siete minutos.

ALGARABÍA PORTEÑA

Sólo hubo que esperar que el juez olmueíno Juan Chandía pitara el final para que San Francisco recibiera su merecida copa, la sexta a nivel regional.

Uno de los más contentos era el entrenador Óscar Álvarez, quien no cabía en sí de alegría. "Lo conseguí cuatro veces este trofeo como jugador y a veces uno no lo dimensiona cuando después es técnico. Hoy fue un día maravilloso, con nuestras virtudes y defectos fuimos amplios ganadores", expresó el ex puntero de Wanderers y San Luis.

-Claro que se sufre más. Aquí dentro de la cancha se puede librar adrenalina; pero afuera uno a veces quiere entrar a jugar. Hoy me toca dirigir a un gran equipo y a grandes jugadores. Vamos por la sexta dijimos... y aquí está. J