lEn un dolor de cabeza para los vecinos de un sector del cerro Ramaditas, se ha transformado la presencia de un perro que ha atacado a varios transeúntes.

El problema se suscita en la parte alta de la calle Federico Costa. En una de las viviendas hay una mascota, llamado Máximo, que en ocasiones se escapa para intimidar a los vecinos. En otras cuando sale a pasear con un adulto aprovecha la oportunidad y se lanza sobre los peatones. Esto último ocurrió días atrás, cuando cerca de las 13.30 horas, Margarita Sobarzo llegaba a su domicilio acompañada de su hija Rosita de 7 años. A escasos metros del frontis de su inmueble se toparon de frente con el ejemplar, un mestizo labrador, que iba junto a una joven que es nieta del dueño del animal. Madre e hija habían sobrepasado a Máximo, cuando éste se devuelve y ataca por la espalda a la menor. "Mi hija lloraba harto porque no la soltaba y la joven tuvo que gritarle para que lo dejara", dijo.

La niña, alumna de la escuela Juana Ross, fue llevada al Van Buren, donde la madre además canalizó la denuncia a la Fiscalía. "Este perro siempre ataca por la espalda, es maletero. Ha mordido a varias personas, adultos y niños. Fuimos a reclamar al dueño que señaló no era suyo sino que de una hija, y que si lo querían demandar lo hiciéramos porque el perro lo tenía aburrido". Máximo no estaba ayer en su casa. Al parecer ya fue llevado a otro lugar. J

El pasado jueves, don Jorge Zamorano, de 72 años, cerró su negocio de relojes y copias de llaves de calle Cochrane 854, en Valparaíso como cualquier jornada. No sabía que para esa noche había una marcha autorizada.

Por eso su impacto fue mayúsculo a la mañana siguiente cuando llegó a su pequeño negocio -que ha forjado por 17 años- y se percató que sus implementos habían desaparecidos.

"Llegué el viernes a las diez para las nueve de la mañana y encontré todo abierto. Quedé shockeado, helado, yo sabía que había marcha nocturna, pero en Santiago. No pensé que acá también. Aquí es seguro, pero los ladrones emplearon una fuerza grandota", relata don Jorge, quien además es el cerrajero.

En el lugar había dos máquinas copiadoras de llaves: una para llaves normales o de punto y una para llaves especiales, de seguridad. Cada una pesa alrededor de 10 kilos. Cree que los delincuentes andaban movilizados.

Además había relojes, pilas para relojes y relojes que algunos clientes habían enviado a reparación, incluso de oro y de plata, así como joyas bañadas en oro. Se perdió todo.

culpan a la marcha

Tanto don José, quien vive en Villa Alemana, como su familia, culpan a la marcha nocturna de lo que ocurrió, porque sirvió para que los delincuentes robaran con mayor impunidad.

"La marcha nocturna fue el pretexto que tuvieron los delincuentes para entrar", dice don José. Su nieta replica: "No sé cómo se autoriza una marcha nocturna si se sabe que servirá para saquear... Ya en el día queda la escoba, imagínese en la noche, sobre todo se autoriza el paso por lugares que no tienen buena iluminación ni tampoco cámaras, porque fuimos a pedir el registro y nos dijeron que la cámara de la esquina estaba mala. No sé cómo la gobernación autoriza algo así y a ellos hay que ir a pedirles explicaciones".

En los 17 años en que ha estado al frente de este negocio, don José nunca había sido víctima de un robo. Por eso le llama la atención que justo el día de la marcha nocturna se le desaparecieran las cosas.

De sus clientes aún no sabe nada, pero espera que sepan comprender lo que a él le está pasando y lo difícil que será reponerse.

"Uno queda parado y no puede partir altiro. Ahora hay que buscar máquinas para seguir con el trabajo, obtener dinero para comprar repuestos, maquinaria como taladros o un angular... Espero que haya comprensión entre los clientes, voy a tener que responderles de todas maneras, aún no viene nadie pero yo creo que ya luego van a empezar a preguntar por sus cosas. Algo voy a hacer, voy a salir adelante de alguna forma y obviamente le mando las maldiciones correspondientes a los ladrones", agrega. J