Fue en horas de la mañana del pasado viernes 29 de mayo cuando un fuerte olor obligó al personal del Banco Santander, ubicado en calle Andrés Bello en pleno centro de Quilpué, a llamar a bomberos y desalojar el recinto.
En un momento se pensó en ácido sulfhídrico, pero luego fue descartado por personal de bomberos de la unidad Hazmat de la segunda compañía de la Ciudad del Sol y se determinó que se trataba de una emanación de olores a solvente procedente del subterráneo en un cuarto adosado a la bóveda del banco.
Días después, tras diversos análisis se determinó que se trataría de una filtración de hidrocarburos. Al respecto, la seremi de Salud, María Graciela Astudillo señaló que, en esa oportunidad además de prohibir el funcionamiento de la sucursal por riesgo inminente a la salud de los funcionarios y público general, se solicitó la instalación de un equipo de extracción conectado a los ductos de ventilación del establecimiento.
Junto con lo anterior se procedió a la fiscalización de instalaciones colindantes para detectar posibles derrames de hidrocarburos, pero en esa oportunidad no se detectó nada anormal.
BENCINERAS
En el sector existen dos estaciones de servicio que están siendo fiscalizadas por la autoridad sanitaria, ya que se estima que la emanación ocurrida esa jornada podría provenir de ese lugar.
"El día 2 de junio se realizó un muestreo a los acuíferos del sector para determinar una posible contaminación por solventes, cuyas muestras serán enviadas al laboratorio del seremi de Salud y al día siguiente se le solicitó a las estaciones de servicio (Petrobras y Castrol), el informe de hermeticidad de todos sus estanques para realizar descartes correspondientes y ver la posibilidad de descargas ilegales de solventes en el sector. De todos modos, mantendremos la vigilancia del caso ", señaló la seremi de Salud. J