Estudiante viñamarina se fue a Bolivia a cuidar monitos en la selva
El Parque Machía es un Centro de Custodia de Fauna Silvestre que está ubicado en la Villa Tunari, a unas cuatro horas de Cochabamba, Bolivia. En este lugar habitan distintas especies de animales que, durante todo el año, son cuidados por voluntarios que sólo reciben alojamiento y comida como pago.
Daniela Romero, viñamarina y actual estudiante de Medicina Veterinaria en la Universidad Santo Tomás (UST), fue como voluntaria durante el verano de este año y dice que la experiencia le cambió la vida y que por eso, "todos deberían ir alguna vez". Todo comenzó cuando un día le dijo a sus papás que quería viajar sola. "Lo había hecho con amigas y familia y quería hacer un viaje sola. Ellos me preguntaron si sería un viaje de placer o por mi carrera y como que me quedé pensando. Entonces buscando en Internet, supe de este centro, me inscribí y fui", dice contenta.
Aventurera
Daniela ubicó el sitio de la comunidad "Inti Wara Yassi" y envió sus datos. Los requisitos no son muchos, simplemente amar mucho a los animales, estar dispuesto a vivir un mes como mínimo en el parque y donar una pequeña suma de dinero para seguir manteniendo el recinto. La estudiante no lo dudó más y se fue con una mochila cargada de ropa cómoda.
"Como ahorro todo el año para salir de vacaciones en verano, usé ese dinero para ir. Entre viajes, donación y cosas que uno haga, no son más de 300 mil pesos. Yo estaba muy contenta por ir porque cuando participé en el centro de rescate de la UST en el caso de los pingüinos por el derrame de petróleo en Quintero, supe que me encantaban los animales exóticos. Así que ir a cuidar monos me entusiasmaba mucho", manifiesta.
Por los requisitos que reunía, Daniela fue destinada a la sección de los monos araña, en donde hay alrededor de 25. "Los primeros días estaba muy nerviosa, con miedo, porque era impresionante estar con ellos inmersa en la selva. Pero con el paso del tiempo te acostumbras y es hermoso cómo los vas conociendo y encariñándote con ellos. El último día sentí una pena enorme porque era como que me separaba de mis hijos", señaló conmovida.
Grata experiencia
Daniela estuvo alrededor de un mes en el parque y ganó varias experiencias. "Las hembras siempre fueron las más cariñosas y con el paso de los días, se me colgaban en el cuello y me abrazaban. Mikaela, la hembra mayor, era la más tierna y hace poco había tenido a Donatelo, su bebé. Eso sí, a tres monos teníamos que tratarlos con cuerda porque aún no estaban 100% controlados. Un caso era el de Vivi, la monita que fue abusada por un hombre y que aún desconfía de los humanos", apuntó.
La joven señala que también se rió harto por las personalidades de los monitos y cómo se comportaban entre ellos, respetando al Alfa. Con lo único que sufrió fue con los mosquitos que la atacaban todo el tiempo. "El clima era bastante caluroso y los mosquitos me picaron muchas veces. Sólo podía usar repelente en las noches, pero en el día andaba de manga larga y con botas de agua, muriendo de calor. Pero eso no es nada con toda la experiencia que se gana. Espero que muchos se animen y vayan, ¡realmente es muy lindo!", declaró.
Daniela irá próximamente a visitar de nuevo el parque y según expresa, espera que los monitos la recuerden. "Así no tengo que partir de cero de nuevo. Ojalá me reconozcan", confesó entre risas. J