Secciones

La otra cara de la Copa

E-mail Compartir

Hasta ahora nos hemos deleitado con excelentes partidos en el inicio de la Copa América, como el protagonizado por Argentina-Paraguay, Venezuela-Colombia, Brasil-Perú y Chile-México, por nombrar sólo algunos. Es decir, desde el punto de vista futbolístico debemos sentirnos satisfechos con el arranque del torneo, que puede seguir creciendo en cuanto a calidad técnica, aparición de nuevas individualidades y resultados sorpresivos.

Esa es la cara bonita de esta competencia que además atrae seguidores de todos los países participantes, lo que le da un colorido especial al entorno de las canchas.

Pero hay un lado de la moneda que se muestra poco y que acusa debilidades en cuanto a la organización. Por ejemplo, en los partidos de Chile hay un hecho claro y evidente, que es la sobreventa de entradas, ya que la cantidad de asistente supera la capacidad del estadio.

Lo he sufrido en carne propia y por eso puedo dar fe de ello. Al margen de la lentitud en el ingreso al recinto deportivo y la falta de información sobre en qué fila ubicarse de acuerdo al boleto que uno dispone, ya dentro del estadio -si no llegas con la debida anticipación- hay que acomodarse en las escalas de acceso y evacuación, a raíz de la falta de asientos disponibles. Es decir, un estadio sobrepoblado, que sobrepasa su capacidad.

Aunque en algo mejoraron estos problemas en la segunda presentación de La Roja, alguien hizo negocio con esto, vendiendo más entradas de las permitidas y nadie le pone el cascabel al gato. Hasta ahora no he escuchado al señor José Roa, Jefe del Plan Estadio Seguro, referirse sobre el tema, pero si a otros como qué tipo de alimentos y bebidas se pueden ingresar (varias de las prohibidas se venden al interior) o a la falta de visión de algunos asistentes por los letreros publicitarios.

Y la ANFP, silencio absoluto, lo mismo la ministra del Deporte, Natalia Riffo, orgullosa con la recién implementada Nueva Ley de Deberes y Derechos en el Fútbol Profesional, eludiendo un tema que les correspondería, si no resolver, al menos entregar su opinión.

Chile con altos y bajos en la cancha, pero los organizadores simplemente no han estado a la altura. O si no pregunten a la gente que ha quedado sin ingresar a los estadios en partidos de baja convocatoria, porque no hay cómo adquirir boletos o a los representantes de radios extranjeras que vieron interrumpidas sus transmisiones por sucesivos cortes de luz en el recinto de Valparaíso.