Casi nada inesperado: Chile, Argentina y Brasil ganaron sus respectivos grupos. Sólo Bolivia y Perú aparecen como sorpresas una vez terminada la primera fase de la Copa América, considerando que clasificaban ocho selecciones de las doce participantes.
Desde que se supo que México vendría con un equipo B para privilegiar la Copa de Oro, sus posibilidades disminuyeron y dejó de ser candidato antes del inicio del torneo, a pesar del espectacular empate a tres goles con Chile.
De Venezuela se esperaba más, pero se quedó en el camino y al debe, por los progresos que había experimentado en los últimos años. Lo mismo podríamos decir de Ecuador, que lamentó un par de bajas demasiado importantes. Jamaica, el más débil, no fue presa fácil para ninguno y sus tres partidos los perdió por la cuenta mínima.
Es decir, ahora comienza la verdadera Copa América, con eliminatoria directa en cada uno de los cuatro partidos, fase que comienza a disputarse esta noche.
En lo individual, aún no aparece la gran figura. Con Neymar fuera de carrera por sus propios errores, no se capta en Brasil un relevo a de su jerarquía; Lionel Messi sigue en deuda con la albiceleste, mostrando luces y sombras, aunque siempre insinuando algo distinto; James Rodríguez está lejos de lo que mostró en el Real Madrid y Alexis Sánchez sin defraudar se ha excedido en las jugadas individuales tomando muchas veces malas decisiones.
Pero queda lo mejor del campeonato y seguramente los jugadores mencionados tendrán que mejorar en beneficio de las pretensiones de sus respectivos cuadros, que no son otras que quedarse con la Copa América.
Pero nadie podrá discutir que hemos presenciado una buena competencia, con partidos entretenidos y algunos de alto nivel. Eso como anfitriones nos debe dejar contentos. Ahora sólo cabe esperar que La Roja esté a la altura en la recta final para ponerle la guinda a la torta.