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Acusan a profesional de liceo de pegarle a una apoderada

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En tribunales terminó un escándalo que alteró la tranquilidad de la comunidad académica de un conocido plantel educacional de Valparaíso.

De acuerdo a los antecedentes expuestos ayer en el juzgado de garantía por el fiscal Javier Carrasco, los hechos tuvieron como escenario el tradicional colegio Leonardo Murialdo, ubicado en la calle Santa Justina del cerro Larraín.

La tarde del lunes, cerca de las 17.30 horas, una apoderada identificada como P.L. acudió al establecimiento para retirar a su hija. Cuando cumplía el trámite se topó con una funcionaria identificada como la trabajadora social M.E.N., de 34 años.

CAFÉ CON PIERNAS

De acuerdo al testimonio de la apoderada, aprovechó el encuentro casual para encararla, ya que supuestamente la profesional estaba corriendo la voz en los pasillos de que ella se dedicaba a la prostitución, porque se desempeñaba laboralmente en un local nocturno, específicamente en un café con piernas. La discusión subió de tono y -según la apoderada- la trabajadora social con una llave la golpeó en el tórax, además de amenazarla de muerte diciendo que donde la pillara le sacaría la "ctm".

Ocurrido el incidente, la mujer P.L. llamó a carabineros de la Tercera Comisaría Norte de Barón, los que fueron al plantel educacional y por la parte posterior procedieron al arresto de la asistente social. Mientras la apoderada, en calidad de víctima, fue llevada por la policía uniformada hasta el hospital Carlos Van Buren para el trámite de constatación de lesiones. Allí se le diagnosticó una contusión torácica de carácter leve.

El fiscal de turno dispuso que la trabajadora social quedara detenida por amenazas y lesiones, y compareciera ayer a primera hora a la audiencia de control de detención en el tribunal de garantía de calle Victoria.

DENUNCIA

Durante la formalización, la defensa de la imputada, a cargo de la abogada Fabiola Vilches, cuestionó las circunstancias en que ocurrieron los hechos, aduciendo que fue la apoderada y no su cliente quien protagonizó las amenazas de muerte y agresiones. Adujo como nuevo antecedente que la víctima se autoinfringió lesiones para luego responsabilizar de ello a la asistente social con la que tuvo el altercado. Testigo presencial de esa situación fue otra funcionaria del colegio, que estaba presente en la audiencia. Por esto la imputada pidió al tribunal se curse una denuncia en contra de la apoderada.

El juzgado de garantía finalmente resolvió decretar la libertad de la trabajadora social, fijando para fines de julio una audiencia de procedimiento simplificado (ver recuadro), donde la imputada se expone a una multa de 2 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) y 250 días de presidio menor, penas solicitadas por el Ministerio Público. Ese día nuevamente se verá las caras con la apoderada, que debe comparecer como víctima a la audiencia.

SE FUE AFECTADA

La profesional salió llorando de la sala visiblemente consternada por haber estado una noche privada de libertad por el incidente en su lugar de trabajo.

La Estrella quiso obtener su versión respecto de lo acontecido, pero aconsejada por otros funcionarios del centro de estudios, declinó emitir comentarios.

Este medio se contactó con el colegio Leonardo Murialdo para requerir mayores detalles de lo acontecido, pero al cierre de esta edición la dirección no atendió las consultas. J