Dramático final tuvo la huelga de hambre seca
Hasta el concejo municipal de Valparaíso del día de ayer, llegaron las cinco huelguista que desde el lunes se encontraban sin ningún tipo de alimento ni líquido.
La radical postura se llevó a cabo debido a la problemática de 80 familias que no fueron consideradas como damnificadas, luego del megaincendio de abril del año pasado que afectó a las partes altas de Valparaíso y que no contaban con los beneficios otorgados bajo el Plan de Reconstrucción.
Lorena Monroy, dirigenta vecinal, fue una de las que encabezó esta manifestación que culminó ayer con la firma del acuerdo entre la municipalidad de Valparaíso, el Serviu, el delegado presidencial y las personas afectadas.
Fue precisamente Monroy, quien una vez firmado el convenio, el cual asegura dar solución habitacional a las familias damnificadas eximiendo del ahorro previo, ficha de protección social u otros que imposibilitaran obtener la solución a sus problemas, se refirió al tema en pleno concejo municipal.
"Agradezco la gestión que hizo el alcalde, pero creo que no es posible que un grupo de dirigentes vecinales tengamos que llegar hasta estas instancias para que se nos escuche", señaló Monroy, quien además agregó que "a nosotros nos eligen los pobladores y en los cerros somos autoridades, pero aún así nadie nos escucha".
Por su parte el alcalde Valparaíso, Jorge Castro, señaló que "aquí hay familias que no están haciendo de actores. Hay familias que llevan meses sufriendo y recurriendo a un servicio que constantemente les cierra las puertas hasta el punto d de tener que llegar a atentar en contra de su vida para poder ser escuchados".
Llantos y desmayos
La sesión del concejo municipal se vio marcada por la precaria condición de salud en la que se encontraban las cinco huelguistas, quienes en más de una ocasión debieron ser socorridas por los mismos vecinos y concejales que en dicho momento se encontraban en el lugar, quienes trataban de administrar agua a las huelguistas, mientras éstas hacían esfuerzos para mantenerse en pie y contener el llanto.
Sin embargo, los momentos más duros se vivieron después de la firma del convenio cuando una de las dirigentas en huelga de hambre se desvaneció en el primer piso de la municipalidad porteña y debió ser levantada y socorrida por las demás personas que las acompañaban.
A eso de las 16.30 horas, y luego de deponer la huelga de hambre seca las dirigentas involucradas fueron derivadas hasta la posta del hospital Carlos van Buren para ser estabilizadas debido a que presentaban serios problemas de deshidratación. J