Ayer, desde muy temprano, la plaza Victoria estaba envuelta en lienzos verdes y repleta de banderines y paraguas del Decano. La marcha de la familia wanderina tenía como punto de inicio la tradicional plaza porteña y medio millar de caturros llegó a la cita.
El acto fue organizado por Mariano "Alegría" Pérez, barrista histórico del club, en conjunto con gente de la agrupación "Amor Caturro". El propósito de la marcha fue manifestar públicamente el descontento de la hinchada verde con la gestión de la Sociedad Anónima Deportiva.
El "Alegría" indicó que esta marcha responde a un sentimiento generalizado de la gente que no comparte la gestión de la dirigencia en siete años a cargo de Wanderers.
"La idea nació de parte de la gente que se manifestó a través de las redes sociales. Esto va más allá de los nuevos refuerzos y las nuevas medidas desesperadas que están tomando para que exista acercamiento con la gente. Es que estamos cansados de su mala gestión y las promesas incumplidas", sentenció el barrista.
De acuerdo a las palabras del emblemático hincha porteño, algunas de esas promesas incumplidas son el tema de la deuda previsional que aqueja al club y la falta de inversión en las divisiones inferiores, además de las pobres campañas del equipo, que con la excepción del segundo lugar en el torneo de Apertura 2014-2015, no han tenido buenos resultados.
AUTORIZADA
Cuando Mariano Pérez planteó la idea de marchar en contra de la dirigencia, hace unas tres semanas, la respuesta de la gente fue inmediata y poco a poco el proyecto fue agarrando vuelo y adquiriendo seriedad.
Desde el momento que se decidió organizar formalmente la marcha, hubo que conseguir autorización y pese a que costó se logró el visto bueno de la gobernación provincial.
"Como cualquier marcha, se tuvo que gestionar los permisos correspondientes con el gobernador, lo pillamos justito y él con su gente aprobaron esto. Nos dieron el formulario base, lo hicimos llegar a Carabineros y estuvimos listos", señaló Jorge Salvo, miembro de Amor Caturro.
La convocatoria era para las 10.00 horas plaza Victoria y desde temprano llegaron los primeros wanderinos portando banderines y lienzos. El bombo volvió a marcar los tiempos en entraba al estadio y la fiesta se desató cuando empezaron los primeros cánticos típicos de Los Panzers.
Pasado el mediodía, el Alegría exclamó su tradicional grito de los cerros y comandó el recorrido de la marcha, que empezó en la plaza y siguió por calle Pedro Montt hasta el Parque Italia, donde se realizó un acto solemne.
El broche de oro fue la formación de una insignia gigante de Santiago Wanderers, la que se dibujó con la formación de los asistentes.
marcha familiar
Mientras avanzaba la marcha, se podía ver al mismo tiempo jóvenes barristas saltando y familias con sus niños jugando.
Uno de los wanderinos que asistió junto a su familia fue Emanuel González, quien marchó con su esposa, suegra, hijo y sobrino. El porteño cuenta que se enteró de la marcha a través de Facebook y decidieron juntos asistir en familia. "Es bueno que hagan esto porque así se ve la unión. La gente piensa a veces que en Wanderers hay pura gente mala y son barra brava, y con esto se ve que el club es una familia", afirmó el joven, mientras integraba la histórica marcha wanderina. J