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¿Cómo frenamos el excesivo consumo de alcohol en la región?

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Mientras Ud. está leyendo este reportaje sobre el excesivo consumo de alcohol que existe en la región de Valparaíso, seguramente estará preparando también la parrilla, acomodando la televisión y destapando botellas de cerveza y vino para disfrutar de la final de la Copa América. Los niños estarán observando todo este ritual, que es una tradición en la mayoría de las familias chilenas y de la región. ¿Hay algo de malo en todo esto?

La respuesta muchas veces estará en la forma y en la cantidad del consumo de alcohol. Es muy diferente tomarse dos copas de vino en un asado para observar un partido de fútbol que empinarse solo una botella de pisco y salir a buscar pelea a la calle.

De todas maneras el alcoholismo, y sobretodo en la región de Valparaíso, es un problema de salud pública, ya que el abuso y la dependencia de esta sustancia es uno de los principales problemas de adicción en Chile.

Para la mayoría de los expertos y de las autoridades especialistas en este tema, la única forma de reducir el consumo de alcohol y la enorme lista de muertos que anualmente deja es con un cambio cultural. Nada más, nada menos.

PRIMER CUADRO

Dos jóvenes de 15 años asisten a una fiesta juvenil, en Quilpué. Cursan segundo medio. Uno de ellos le sacó una botella de pisco a su padre, para evitar comprarla en los negocios del barrio. Es la primera vez que beberán alcohol en grandes cantidades. En la fiesta todos los adolescentes cargan petacas de licor barato o garrafas del tipo "chimbombo", que la mezclan con otros licores. Los jóvenes comienzan a a beber todo lo que se les cruza. Algunos compiten: el que gana es quien bebe más. Uno de los jóvenes ya no puede hablar, apenas modula y piden que lo lleven a su casa. En la calle se cae varias veces y se golpea la cara. Vomita y muestras signos de una grave intoxicación. Despierta en la posta del Hospital.

SEGUNDO CUADRO

Un trabajador retorna de su jornada laboral a su casa en Playa Ancha. llega a su casa y le dice a su esposa que le abra una caja de vino para beberla en la cena. No sólo se toma ese litro de vino, sino que termina bebiéndose tres cajas. Después de que se le acaba la última entra al dormitorio y agrede violentamente a su mujer. Después va al dormitorio de sus hijos y también comienza a golpearlos. Los vecinos llaman a carabineros, quienes llegan a la vivienda y toman detenido al borracho trabajador. La esposa y los hijos son llevados a constatar lesiones.

TERCER CUADRO

Un arquitecto viñamarino está cenando en un conocido restorán de 8 norte. Se ha bebido un pisco sour, tres copas de vino y ya va por su segundo vaso de ron. Tiene su auto estacionado afuera del local y decide irse a la casa manejando. Sus amigos le dicen que mejor se vaya en taxi, pero el se ríe y les dice que "curado manejo mejor". El arquitecto termina atropellando y matando a un joven de 18 años, que cruzaba por un paso de cebra. El nunca lo vio. Ahora está preso y perdió su licencia de conducir para siempre.

CAMBIO CULTURAL

Hay diversas instituciones, casi todas relacionadas al ámbito de salud, que se preocupan del tema del alcoholismo en el país y en la región. Una de las principales es Senda (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol).

En la región está institución está encabezada por Claudia Berríos, quien es enfática en señalar que para superar los problemas que provoca el exceso de consumo de alcohol en la población "se necesita un cambio cultural".

- Cualquier tipo de consumo ya es un problema. Aquí en la Región de Valparaíso el último estudio de población escolar arroja que un 60% de las personas encuestadas reconoce haber consumido alcohol y eso es complejo, ya que estamos hablando de personas en su etapa escolar. En cifras generales hemos bajado un poco. Pasamos del 40% que hace algunos años reconocía consumo de alcohol por lo menos una vez al mes, al 35%, y eso se debe a que ha existido un trabajo conjunto con los Servicios de Salud y otras entidades que están trabajando para la prevención del consumo de alcohol.

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- Sí. En forma constante estamos realizando acciones. Hace un mes comenzamos con el programa "Tomo conciencia", que es una derivación del antiguo "Cero alcohol", que estaba dirigido a instalar normas de control a personas que manejaban después de tomar. Nos dimos cuenta que lo que se necesita es un cambio cultural. Las medidas de control son eficientes, pero no por sí solas. Se necesita generar más acciones de cambio, como intervenir a los botilleros y dueños de botillerías y bares para educarlos frente a este tema.

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- Con ellos estamos trabajando bastante. La idea es crear monitores "con educación de pares", donde en las noches salen y entregan consejos. Aquí no se trata de demonizar el consumo de alcohol, sino que de educar especialmente en las consecuencias legales y físicas que puede tener el excesivo consumo.

LOS UNIVERSITARIOS

- La Región de Valparaíso es una de las que tiene le consumo más alto en el país. Yo diría que somos la segunda después del Bío-Bío.

- La presencia de universitarios es esencial a la hora de analizar el tema. Al igual que como ocurre en la Región del Bío Bío, la población universitaria aquí es muy elevada. En este rango siempre hay problemas con el exceso en el consumo y lo vemos especialmente en los eventos que se realizaban a comienzos de año.

- Aquí tiene que haber un cambio cultural muy importante. Hay que asumir que el pasarlo bien no debe estar asociado a tomar en exceso. Para crear este cambio cultural se requiere de tiempo. Aquí en Chile se valida mucho esta forma de celebrar y aquí no estamos hablando de la resaca al otro día, sino de las graves consecuencias que puede tener el manejar bajo la influencia del alcohol, entre otras negativas situaciones.

- Trabajando desde la infancia, con los niños. Nosotros tenemos un programa que se llama "Buscando el tesoro", donde empezamos a trabajar con ellos. Con los adolescentes es diferente, ya que ellos ya tienen consumo y hay que trabajar de otra forma, mucho más directa. J