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En Petorquita celebran a virgen del siglo XVIII

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El jueves en Petorquita se festejará una vez más a la Virgen del Carmen. Son miles de devotos de esta localidad, de la comuna de Hijuelas, y de otros puntos los que se hacen presentes todos los años para adorar a esta figura de la madre de Jesús, que despierta gran devoción en la zona.

Pero los orígenes de esta venerada figura se remontan al siglo XVIII, cuando habitantes autóctonos del valle de Purutún y El Olivo ya contaban con esta figura religiosa y realizaban rituales en su honor.

Así lo cuenta Manuel Marillanca, quien es descediente de esos antiguos lugareños y que heredó a través de un tío la figura de la virgen. "Ya en ese tiempo, en los años 1700, ellos hacían ritos y danzaban alrededor de ella. Se cuenta que entre medio de los bailes, danzaba una india descalza, según ordenaba el cacique de esas tribus", cuenta este hombre que por años estuvo a cargo de la virgen.

ANTIGUA HERENCIA

Según recuerda, conocedor de esta historia que ha cruzado su vida y la de los suyos, "eran cinco familias de indios las que existían en ese tiempo en la zona". Una de estas tribus eran los Marillanca, quienes se quedaron al final con la imagen de la virgen, a través de un tío de quien nos cuenta esta historia.

"Mi tío era soltero sin hijos, él se quedó con la virgen hasta que después me la traspasó a mí. Yo fui hijo único y me vine desde Valparaíso", rememora don Manuel, que comenzó con la tradición de festejar a La Patrona todos los años en invierno.

Para llegar con la virgen a Petorquita en todo caso, fue necesario que las tribus indígenas tuvieran motivos para abandonar los antiguos parajes donde hacían sus ceremonias de adoración.

Así lo recuerda Manuel Marillanca. "Los indios tuvieron un conflicto con el que dominaba esas tierras en época colonial, el Marqués de Azúa, y así se vinieron con la virgen hacia el lado del río, Petorquita y Tres Esquinas".

Fue el comienzo de la festividad religiosa que se asentó en Petorquita. Desde 1961 Marillanca, el heredero del antiguo cacique, se hizo cargo de las celebraciones que sagradamente se realizan todos los años, hasta hace unos años el domingo más cercano al 16 de julio, pero ya con esa fecha feriado en el calendario, se respeta para realizar la masiva festividad.

EL TERREMOTO

Pero no por ser una obra de inspiración divina, la capilla instalada en Petorquita estuvo libre de la furia de la naturaleza.

Marillanca recuerda que "en 1965 para el terremoto que azotó a toda la zona de Aconcagua, el templo que teníamos acá, que era de adobe, se derrumbó completamente. Se vino todo al suelo".

Pero no había que echarse a morir y con algunos fondos que guardaba de sus tiempos de comerciante en el Puerto, don Manuel juntó lo necesario para reconstruir, también con el aporte de personas de Petorquita devotas de la Virgen.

"Hacia 1971 terminamos de reconstruir el templo, con ladrillos y madera, que es más o menos el mismo que existe hoy, aunque le hemos ido haciendo algunos otros arreglos menores", indica Marillanca.

Fue así que con el paso de los años, la Fiesta de la Virgen de Petorquita fue ganando las preferencias de los fieles de la zona, hasta ponerse a la par de otras manifestaciones de religiosidad popular similares, como Las 40 Horas de Limache o las muy cercanas fiestas de Pachacamita y Los Desamparados.

"Llegan miles de personas todos los años, la calle donde está la capilla se hace chica y también la otra donde suben con la virgen para la procesión", comenta el descendiente del cacique iniciador del rito.

Lo estrecho de las calles en donde se desarrolla la festividad, realmente se había transformado en una complicación en años anteriores. Esto debido al numeroso comercio ambulante que llega ese día para ofrecer todo tipo de mercancías.

Por lo mismo, el municipio de Hijuelas les asigna ahora a los puestos un sector apartado al costado de la carretera.

En el último tiempo la organización de la Virgen de Petorquita quedó en manos de un comité que se encarga entre otras actividades de organizar la fiesta en cada mes de julio.

Estas personas reciben por ejemplo, a los tradicionales y coloridos bailes chinos que llegan de varias partes a honrar a la Virgen. Estas agrupaciones llegan temprano el día 16 para preparar los festejos. J