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Atroz: guagüita muere en incendio de departamento

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"Necesitamos ayuda, yo sé que G. tiene problemas, no sé cómo prendió fuego porque no manejamos fósforos, la cocina es eléctrica, no me explico". Luis Castañeda se toma la cabeza con las manos y trata de explicarse lo que pasó. Va saliendo del departamento 43 del block 49 en el primer sector de Gómez Carreño, el mismo donde vivía su mujer con sus 5 hijos, el mismo que la noche de este lunes ardió en llamas arrebatándole al menor de sus niños, de tan sólo un año y medio.

Luis dice que esto se veía venir, que la familia ha debido lidiar por años con la condición de su hijo de 5 años, el que según señala, tiene autismo e hiperactividad. Como prueba de sus palabras, Luis manifiesta sin temor a equivocarse que lo más probable es que haya sido su hijo el que inició sin querer el siniestro, que ya lo había hecho en una oportunidad en la casa de su suegra y que lo hizo incluso la misma madrugada de este martes en la casa de una amiga de Bernardita, su mujer, que los acogió en su casa de Glorias Navales.

"Necesitamos ayuda, ya no basta el tratamiento, no es suficiente, qué mejor ejemplo que esto que pasó. Él es un niño, tiene 5 años, pero qué más podemos hacer", planteó Luis, quien explicó que debido a algunos problemas de pareja no se encontraba en su casa la noche del incendio.

OTRO INCENDIO

Efectivamente a las 3.25 de la madrugada, Bomberos debió concurrir hasta un domicilio en Glorias Navales, el mismo donde sólo un par de horas antes, había sido albergada Bernardita Cortés y dos de sus 4 hijos sobrevivientes del primer siniestro.

Así lo confirmó el comisario subrogante de la Quinta Comisaría de Carabineros de Viña del Mar, capitán Roberto Romero.

"A raíz de las consecuencias como quedó el inmueble, estas personas se trasladaron a la casa de una amiga de la madre al sector de Glorias Navales donde posteriormente alrededor de las 3.25 de la madrugada se inicia nuevamente un incendio en el segundo piso del inmueble donde sólo se registraron daños", precisó el oficial.

Romero manifestó que si bien las causas de ambos siniestros están siendo investigadas, confirmó que antecedentes entregados por la madre señalan que existirían fundadas sospechas de la intencionalidad en ambos siniestros.

"Hay antecedentes conforme a la versión propia de la madre de que uno de sus hijos de 6 años fue el que provocó el incendio o el fuego en ambos domicilios. De esto se dio cuenta a la magistrado del Juzgado de Familia", precisó el oficial.

Por instrucción del fiscal de turno, personal especializado de la Brigada de Homicidios efectuó los primeros peritajes en el sitio del suceso. J

Ni el "poder divino" salvó de la delincuencia a comerciante porteño

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"Yo pensé que el poder de Dios me protegería y me mantendría alejado de la delincuencia y los ladrones", nos relató entre bromas, pero también hablando en serio, el dueño del local de comida al paso de calle Cochrane 570, que se llama precisamente "El poder de Dios" y que amaneció desvalijado -la mañana del lunes- producto de la acción de antisociales.

Marcial Zúñiga, propietario del local y hermano del "Centro Alcance a la Familia, CAF, es también un reconocido comerciante del sector que, con mucho esfuerzo, logró establecerse en el lugar, luego de trabajar durante años en la calle... como vendedor ambulante.

Quizás por ello su malestar. Y es que más allá de los dos millones en pérdidas que deberá asumir (le robaron $500.000 en efectivo y el resto en mercadería y herramientas como un serrucho eléctrico, un taladro, una máquina de soldar y materiales de construcción que guardaba en la parte posterior de su local), Zúñiga ya asume que el tema de la delincuencia en Valparaíso es grave. "Fue todo en la madrugada, reventaron el candado, rompieron el tabique, entraron y se llevaron todo... el queso, el ketchup, todas las cajas de carne, hasta las bebidas y libros de contabilidad. Por suerte botaron la biblia que tengo ahí, la tiraron al piso al igual que todo. Ahí entre las páginas habían $175.000 que tenía para pagar el IVA, no se dieron cuenta. Después vino carabineros y personal de la SIP, dijeron que me llamarían. Llevó seis años trabajando acá y era uno de los pocos locales del sector que no había sido asaltado", nos relata este apesadumbrado hombre de trabajo, quien, al margen de exigirle a las autoridades un mayor énfasis en torno a temas de seguridad, se lamentaba por lo sucedido porque, según confiesa, tuvo que trabajar durante cinco meses para levantar el local y que lo hizo para establecerse y no trabajar más en la calle. "Es frustrante, ya que para trabajar pago patentes, arriendo, agua y luz". J