Más allá de los errores que cometió el juez Carlos Rumiano -que fueron muchos- en el pasado pleito entre Magallanes y Everton, lo cierto es que el cuadro viñamarino, perjudicado y todo, facilitó con errores propios, el repunte que tuvo el cuadro albiceleste, el cual, sólo en base a empuje y mucha velocidad... complicó en demasía a Everton.

De partida, un cuadro que pretende "pelear arriba" no puede terminar con 9 jugadores, independiente a lo bueno o malo de un arbitraje. El volante Diego Orellana, por ejemplo, teniendo amarilla desde el minuto 29 de juego, arriesgó demasiado en una pelota dividida (entró en plancha) y luego, sobre el final del partido, el experimentado Lucas Concistre regaló una expulsión al insultar al árbitro.

En los goles del cuadro local, también hubo gruesas fallas en las marcas, mientras que a nuestro juicio, el técnico se equivocó al colocar a Saavedra de marcador derecho (ya que despobló el mediocampo) luego de la expulsión de Orellana.

El 2-2 de Magallanes, les cabecean dos veces en el área, primero anticipando a Suárez y luego sin marcar a Caprari; y finalmente, Dalsasso falla en un manotazo que facilita el triunfo del local. Errores en los que Everton... no puede culpar a Rumiano. J