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Pandilla activa freno del Metro para rayar vagón

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Domingo 2 de agosto, el reloj marca las 16.10 horas. De pronto un desconocido activa el freno de emergencia del metro, que se detiene cerca de la estación La Concepción de Villa Alemana, en dirección Puerto. Los pasajeros se inquietan, no entienden qué pasa. Abajo, cinco jóvenes que esperan en el andén, se lanzan a la vía y empiezan a rayar con spray el vagón, a vista y paciencia de todos los que están ahí.

La osada acción causa sorpresa en los usuarios, mientras que trabajadores del Metro de Valparaíso hacen la denuncia a Carabineros. A eso de las 18 horas, los seis graffiteros son detenidos en el paseo Wheelwright de Valparaíso. Tres de ellos son mayores de edad, los otros tres son menores de 18 años.

El mayor Paulo Jiménez, de la Tercera Comisaría Norte de Valparaíso -que realizó la detención- comentó que tras recibir la denuncia, personal de la unidad realizó un control de identidad en el mencionado paseo costero y en las mochilas de los jóvenes encontraron tarros de spray. Además fueron reconocidos por los guardias de seguridad del Metro regional.

"Llama la atención el actuar tan arriesgado de estas personas, accionaron el freno del tren y se bajaron a rayar el tren. Podrían haber provocado un tremendo accidente", advirtió Jiménez.

Según informó el Metro a través de un comunicado, los involucrados fueron detenidos por el delito de "daños simples" y puestos a disposición de la Fiscalía Local de Villa Alemana, con Parte Nº 01. Actualmente el proceso de investigación continúa en curso.

Todos están libres. Los mayores quedaron a la espera de ser citados a la Fiscalía, mientras que los menores fueron entregados a sus padres.

pérdidas millonarias

En el mismo comunicado, la empresa de transportes destacó que gracias a la oportuna acción de los profesionales de seguridad de la entidad, y el trabajo coordinado con Carabineros, se pudo lograr la captura de estos jóvenes en momentos en que se desplazaban hacia el paseo Wheelwright y aún portaban latas de pintura aerosol para grafitis.

La empresa lamentó lo ocurrido y reiteró que este tipo de hechos sólo va en perjuicio de los miles de usuarios que día a día utilizan este medio de transporte. La empresa, por política, no permite el tránsito de trenes rayados, por lo que de inmediato saca de circulación los carros afectados. En esta ocasión, los daños fueron avaluados en 3 millones de pesos.

De acuerdo al relato de algunos usuarios, algunos vagones del Metro, esta semana aparecieron rayados en su interior, algo que antes no había ocurrido. J

No soportó la partida de su hija y desapareció

cedida

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Felipe Marín estuvo desaparecido tres días. El sábado salió a celebrar el cumpleaños de un amigo y no volvió más a su casa. Ayer la noticia empezó a correr por las redes sociales y medios de comunicación y la angustia de la familia llegó a oídos del propio Felipe, quien en horas de la tarde llamó a sus padres para decirles que estaba bien, que no lo buscaran, que pronto iría a verlos.

Si bien fue un mensaje escueto, tranquilizó a sus seres queridos, quienes habían pensado lo peor. Porque este porteño de 33 años, funcionario de la Aduana, siempre destacó por ser muy responsable en su trabajo y no es una persona depresiva.

Según Nicole Cantillano, cuñada de Felipe, un factor que podría explicar tan extraña conducta, es el viaje de regreso a Estados Unidos que su hija de seis años debe realizar hoy. "Tal vez fue una vía de escape de los problemas que ha tenido. Yo creo que está muy angustiado por la partida de la niña", destacó.

La ex pareja de Felipe Marín se fue a vivir a Estados Unidos hace tres años junto a la hija de ambos. El porteño no la veía desde entonces y hace dos meses vino de vacaciones a Valparaíso. Mañana debe viajar y él es el único que puede autorizar su partida.

Ayer Felipe se comunicó desde su celular y al hacer un rastreo de la llamada se pudo determinar que estaba en su casa del cerro Bellavista. Ahí mismo partió la búsqueda de su familia, pero no lo encontraron. Tampoco había evidencias de que haya ido a buscar ropa para irse a algún lado.

La Aduana, institución donde trabaja Felipe, ayer inició una campaña en las redes sociales para encontrarlo y se comprometieron a ayudarlo a través de una terapia sicológica. J