La vida de los remeros en el tranque La Luz
Mediodía de un viernes. La temperatura es baja, a ratos la lluvia es intensa, pero eso no impide que seis jóvenes remeros entrenen en la laguna La Luz. Llevan unos veinte minutos en el agua y a pesar de que están todos mojados, nunca pierden la concentración. Van y vuelven por la pista sin problemas.
Entre ellos están los ganadores del oro en los Panamericanos de Toronto, Óscar Vásquez y Felipe Leal, y el equipo que obtuvo el bronce en 4 sin ligero: Felipe Cárdenas, Luis Sauman, Fabián Oyarzún y el villalemanino Bernardo Guerrero.
Todos ellos están concentrados en el Centro de Entrenamiento Olímpico de Curauma (CEO), entrenando de cara al Mundial de Remo que parte a fines de agosto en Francia y donde pelearán por obtener un cupo para los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
El día para estos ocho deportistas partió a las 8 de la mañana con el pesaje. En el caso del equipo cuatro sin ligero, no pueden sobrepasar los 70 kilos, por lo que la dieta es estricta. Tras ello viene el desayuno, luego el trabajo con pesas -que se extiende por una hora- y a las 11.30 parten a la laguna a remar. El mismo entrenamiento se repite en la tarde. Así es la rutina de lunes a sábado. El domingo el trabajo es sólo en la mañana.
"El tiempo libre algunos lo pasan con la polola, vamos al cine, una que otra compra y sería. Mucho más no hacemos", cuenta Bernardo Guerrero de la vida tranquila que llevan cuando están concentrados. Ahora llevan varios meses así, primero de cara a los pasados Juegos Panamericanos y ahora entrenando para triunfar en Francia.
Actualmente son 16 los remeros que pasan sus días en el CEO. Salvo algunas excepciones, como Guerrero que vive en Curauma, el resto aloja en el mismo centro. Cada uno tiene su habitación, hay un salón común donde están los comedores, sillones, una bosca para soportar el frío, un televisor y un gimnasio con lo necesario para el entrenamiento.
El entorno es ideal, bosque frondoso, nada de ruido, ni contaminación. "Esta es considerada la mejor pista de Sudamérica. Igual ahora estamos tranquilos, porque la inmobiliaria que había acá quebró", reconoce Bernardo. En algún momento temieron la posibilidad de que alguna empresa explotara la laguna con otras actividades que les impidieran entrenar libremente.
Cuando no están preparándose para una competencia, en el tiempo denominado de base, estos deportistas practican otras disciplinas como bicicleta. "Hacemos mucho fondo, como 100 o 120 kilómetros y remamos dos o tres horas. También salimos a correr y hacemos pesas",dice. Para hacer esos recorridos largos arriba del bote deben trasladarse a Valdivia, donde se pueden hacer tramos más largos sin parar, que en el tranque de Placilla no se puede.
de alto rendimiento
Bernardo Guerrero llegó al remo cuando tenía 15 años. Como era un poco desordenado, a su mamá le pareció una buena alternativa que probara con este deporte que se caracteriza por su disciplina y porque exige gran concentración a quienes lo practican.
"Mi mamá conocía a un remero, me trajo acá a Curauma y me gustó al tiro. Además me di cuenta que era muy competitivo. Lo empecé a practicar y no me salí más. Me gustó mucho la armonía que se logra con el agua, la naturaleza, especialmente la conexión con la naturaleza. Además que es un deporte bien fuerte", afirma.
Lo más difícil, según este joven de 29 años, es tener la fuerza de voluntad suficiente para mantener una dieta estricta. Reconoce que a veces pasa hambre y quisiera tener la libertad para comer lo que se le antoje. "Como mido 1,90 tengo que pesar 73 kilos y es difícil, me tengo que cuidar hasta del agua que tomo", reconoce. Pero se aguanta, porque su objetivo es siempre rendir más.
Bernardo es un deportista profesional de alto rendimiento, que dedica todo su tiempo al remo. Si bien estudió Técnico en Preparación Física en el Duoc, al ingresar a la selección nacional (a los 20) pudo entregarse cien por ciento a la disciplina. Incluso recibe un sueldo que le permite vivir sin contratiempos mientras entrena y va a las competencias. Así ocurre también con el resto de sus compañeros. "Otros deportistas tienen que trabajar para poder entrenar y eso te impide dedicarte por completo y afecta tu rendimiento", explica Guerrero.
Cuando llegó el entrenador Bienvenido Front a dirigir el equipo, según Bernardo, el remo nacional ganó mucho. "Él lo profesionalizó y la verdad es que no tenemos tiempo para hacer otras cosas. Eso también es gracias al apoyo que entrega el Gobierno, a través del Coch".
El villalemanino también nombra Manfred Lenz, presidente del club Titanium Ruder, al cual pertenece. "Es empresario y nos paga por remar y así podemos mantener el alto rendimiento. Si no sería súper difícil. Por algo fuimos el equipo que trajo más medallas desde Toronto. Las medallas que obtuvimos se las dedicamos a él, porque creyó en nosotros y siempre nos estuvo apoyando".
En Curauma actualmente también entrena la dupla formada por Felipe Leal y Óscar Vásquez, quienes se trajeron una medalla de Oro en la categoría Par Masculino, y la mayor parte del tiempo las mellizas Antonia y Melita Abraham -plata en Toronto- también lo pasan ahí.
a europa
El equipo nacional de remo parte hoy a Europa (los 2 sin pesado y los 4 sin ligero). Primero van a Bañolas, una localidad cerca de Barcelona. "La idea es acostumbrarse primero al horario y además la pista donde entrenaremos es parecida a esta (tranque La Luz). Es cerrada y olímpica". Luego se trasladarán a Aiguebelette, donde esperar conseguir uno de los 11 cupos para estar en los Juegos Olímpicos de Río 2016. J