Hace sólo unos días Yenny Zamorano González, madre de 5 hijos, de entre 20 y 2 años, se había sacado una foto con una de sus gemelas. Trágica y casualmente, como recordaría ayer su madre, sería la última imagen de su hija y su pequeña nieta, pues ambas fallecieron en horas de la madrugada en medio del incendio que consumió la precaria vivienda en la que habitaban en la Parcela 11 de Forestal Alto.

Mireya González hace esfuerzos vanos por ahogar la pena. Revisa su teléfono y muestra la foto de su hija: Salía sonriendo junto a la pequeña Emily, pero algo en su rostro denotaba tristeza.

Yenny no tuvo una vida fácil. Tenía 5 hijos a los que debió criar sola y por los cuales se esforzaba en sacar adelante: Tania de 20 años, Hanser de 16, Tiare de 13 y las gemelas Sofía y Emily de tan sólo 2 años.

Aunque estaba trabajando, el dinero siempre escaseaba y las necesidades parecían multiplicarse. Hace unos días le habían cortado la luz por una deuda de 23 mil pesos, por eso ayer nadie entendía cómo fue que se inició el fuego en su casa.

Cerca de las 2. 30 horas se desató la tragedia. Aunque las circunstancias de cómo ocurrieron los hechos eran ayer todavía confusos, se conoció que la mayor de las hijas de Yenny habría despertado por el humo y dio la alarma al resto de la familia.

Somnolientos lograron salir de la vivienda que rápidamente comenzaba a ser consumida por las llamas. Yenny se percató que faltaba una de las gemelas y sin pensarlo volvió por ella, pero no pudo regresar.

Ni los esfuerzos de su yerno ni los de su hermano que vivía en el mismo predio, pero en una casa independiente permitieron rescatarlas.

Tras el complicado trabajo bomberil en el lugar - no hay red húmeda pues se trata de un asentamiento irregular - y el mal estado de los accesos, cuatro compañías lograron sofocar las llamas, encontrando los cuerpos de madre e hija ya sin vida.

Por instrucción del fiscal de turno, Pablo Bravo, efectivos de la Brigada de Homicidios de la PDI se constituyeron en el sitio del suceso. Ayer en la mañana, especialistas de esta unidad, junto a peritos químicos y eléctricos que viajaron de Santiago, desarrollaron el trabajo investigativo en la vivienda siniestrada.

Mireya González quedó a cargo de sus 4 nietos y sin un lugar para vivir. La mujer confía en la ayuda que le han ofrecido y manifestó que por nada quiere perder a sus nietos.

Ayer sus hermanos viajaron de Santiago para apoyarla en este duro momento. El deseo de la familia es poder trasladar los restos de Yenny y la pequeña Emily a la capital.J