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Instalan sin permiso una reja que divide el patio de una casa

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Una desagradable sorpresa se llevó una familia del cerro Barón cuando llegó a su domicilio y se encontró con una barrera de alambre que cruzaba por el medio de su patio posterior, arrebatándoles la mitad de éste.

A través de una carta, la inmobiliaria "Torres de Valparaíso" informó a los residentes de la casa que por motivos de seguridad de la obra se instalará un cerco de alambre dentro de la propiedad de la familia, el problema fue que esa carta nunca llegó a manos de los afectados.

La empresa constructora envió el comunicado por correo y dejó una copia del escrito bajo la puerta de la casa a intervenir, pero los propietarios no estaban en su vivienda asi que nunca se enteraron de lo que iba a ocurrir ya que nadie les informó personalmente de la operación.

La carta fue enviada la semana pasada y el jueves llegaron los obreros de la inmobiliaria a levantar la malla. Cuando los trabajadores se disponían a realizar el trabajo llegó la hermana de la dueña de casa, que vive en la casa contigua y también comparte ese patio, y trató de detenerlos en su obra pero estos hicieron caso omiso de sus reclamos y levantaron la reja de todos modos.

Cuando la dueña de casa regresó a su casa se encontró con la reja que cercaba la mitad de su patio y le quitaba gran parte de su terreno. En la carta que encontró bajo su puerta, se explicaba que la empresa constructora delimitó el perímetro de un terreno que es de su propiedad.

La familia afectada se acercó a la empresa para exponer sus reclamos y conversó con la mediadora, las contrapartes acordaron sentarse a negociar la situación antes de emitir cualquier acción legal y en horas de esta tarde se realizará una mesa de diálogo entre los abogados de la empresa y John Parada, que ha asesorado legalmente en varias ocasiones a los vecinos del sector en otras disputas con la misma empresa.

El sector del patio cercado colinda con dos casas, en las que viven cinco personas e incluye pilares de más de 100 años de antigüedad que solían sostener un funicular.

Desde la agrupación "Cerro Barón Organizado" aseguran que se han hecho todos los llamados con las autoridades para detener ésta y otras obras de la inmobiliaria, pero la respuesta ha sido nula.

UNA ETERNA LUCHA

Este es sólo otro capítulo de una larga historia de conflictos entre los residentes y la constructora.

En octubre del año pasado comenzaron los trabajos y en los últimos 9 meses sólo ha traído problemas para los vecinos, quienes se han enfrentado en múltiples oportunidades contra la gestión de la inmobiliaria con funas y pasacalles.

Nicolas Arancibia, vocero de "Cerro Barón Organizado" afirma que los vecinos del sector están desesperados ante "la impunidad con la que actúa la empresa", ya que según sus palabras "se han traspasado los límites de la ley y las autoridades no han hecho nada al respecto".

La primera batalla que enfrentó a los vecinos fue la intervención del antiguo Hospital Ferroviario para construir el edificio "Mirador Barón".

En ocasiones anteriores, los residentes han protestado por los fuertes ruidos de los trabajos, que causan vibración en las viviendas, que son muy antiguas y apenas soportan la intervención de la empresa.

Las calles del sector tampoco se han visto ajenas a esto, según explica Nicolás, las avenidas están partidas y agrietadas; las veredas están muy a mal traer e incluso en una oportunidad tuvo que asistir personal de Esval a reparar una matriz de agua que se rompió.

La gota que rebasó el vaso fue la demanda que puso la empresa contra Juan Silva, residente histórico del sector, que vive allí desde 1962 con su esposa, a quienes se les exigía que abandonaran su propiedad por estar "en estado ruinoso", finalmente el recurso legal fue rechazado por el tribunal y "Torres de Valparaíso" tuvo que desistir en su deseo de expulsar a la pareja de ancianos. "La demanda fue rechazada pero, hemos sabido que ya están preparando la apelación y la ponen en cualquier momento", dice Nicolas.

El vocero vecinal asegura que están desconcertados con la situación y no saben que hacer para detener la obra. "Ya no sabemos a donde recurrir", dice Nicolás y agrega que sus últimas esperanzas están puestas en el informe que entregara el Serviu luego de fiscalizar el sector hace dos semanas. J