Lo que era un secreto a voces se terminó de confirmar ayer, cuando el Gobierno comunicó la salida del intendente regional Ricardo Bravo Oliva, que fue reemplazado en el cargo por Gabriel Aldoney Vargas, quien fuera jefe del gobierno regional entre 1997 y 2000.
Durante semanas hubo rumores de pasillo y comentarios en las redes sociales sobre la salida de Ricardo Bravo, por una mala evaluación a los ojos de Michelle Bachelet. Trascendió que fue el ministro del Interior, Jorge Burgos, quien le pidió la renuncia a la autoridad. La seremi de Gobierno Katherine Araya, dijo que Aldoney hará sus evaluaciones y ellos seguirán trabajando en la hoja de ruta del segundo tiempo del mandato de la Presidenta.
Más tarde y a través de un comunicado el ex intendente Ricardo Bravo se refirió a su salida. "Me voy tranquilo, muy agradecido de la oportunidad que me dio la Presidenta de haber conducido durante este año y medio la región de Valparaíso. Estoy agradecido y tengo un tremendo afecto y cariño por ella", comentó. Entre los logros de su gestión destacó lo conseguido en materia de probidad y transparencia en el Gobierno Regional, y avances en el trabajo con los municipios.
opiniones
El alcalde Jorge Castro resaltó la buena relación de Ricardo Bravo con las municipalidades y valoró el perfil del nuevo intendente Gabriel Aldoney. "Tiene amplios conocimientos sobre la región y con una expertiz en materia portuaria", sostuvo. Al consejero regional Manuel Millones no le gustó la forma en que salió Bravo. "El Gobierno debió cuidar las formas y ser más prolijo en este cambio. Hace meses había una fuerte presión por sacarlo del cargo, y ésta se fundaba en que la autoridad saliente no era del bloque ganador de la elección interna del PS". El senador Francisco Chahuán declaró que el cambio "no revela ninguna sorpresa en un Gobierno que no cierra los temas, y al que le falta sentido común y de realidad". Añadió que el liderazgo del saliente intendente Ricardo Bravo "iba de menos a más, nunca recibió el apoyo ni generosidad de la propia coalición oficialista". El diputado Joaquín Godoy criticó la gestión de Ricardo Bravo. "Su salida era crónica de una muerte anunciada. Después de un año no se le conocía ni un solo proyecto por el cual uno pudiera recordar el trabajo que había hecho". J